Blanca Sánchez Alonzo, de 35 años, es hija del poeta portuense Antonio Sánchez Briones. Representa a España en un prestigioso concurso de diseño de joyas. Es lo que tiene que por sus venas corra a raudales sangre artística en estado puro. Su madre, María Dolores Alonzo del Pozo, profesora de música y ex delegada de la Junta de Educación en Córdoba 2004; su padre, el poeta Sánchez Briones, de El Puerto de Santa María (ver nótula núm. 4.531); su tía abuela, la pintora María Manuela Pozo Lora, doctorada en Bellas Artes por la Facultad de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, académica de la Real Academia de Córdoba o Diplomada por la Escuela Lorenzo de Médicis de Florencia en su doble vertiente de Diseño Gráfico y Fotografía, entre otras muchas cosas.
Blanca Sánchez muestra el diseño del anillo de alta joyería | Foto: Córdoba Hoy
Con estos mimbres, la joven Blanca Sánchez Alonso, oriunda de El Puerto de Santa María, y alumna del Consorcio Escuela de Joyería del Parque Joyero, ha llegado a la final de un prestigioso concurso internacional de diseño puesto en marcha por la firma italiana Progold, en el que compite con alumnos de otras prestigiosas escuelas internaciones como la Kostroma State University de Rusia y el Istituto Europeo di Design de Turín.
Blanca, con el trabajo 'El momento mágico', y otra cordobesa Silvia García Oña, con 'El módulo', "estamos representando a toda España como una de las mejores escuelas del mundo", y su trabajo tiene ese nombre porque "he querido representar el momento en que el oro se funde y se vuelve líquido". Se trata de un módulo que se repite y que se puede mover en cualquier dirección, por lo que parece que está líquido.
Blanca ha estudiado unos años de escultura en el Dionisio Ortiz de Córdoba e hizo diseño gráfico en el Mateo Inurria, "con una experiencia magnifica" en ambos casos, antes de viajar para formarse y trabajar en su faceta de diseñadora gráfica. Así ha estado en Italia (Florencia), América (Panamá y Costa Rica), Ámsterdam, Londres, Castellón, Madrid o Málaga, antes de regresar a Córdoba, donde sus allegados, en vista de su imaginación y capacidad, le recomendaron entrar en el Consorcio Escuela de Joyería, donde termina su formación este mismo mes, quizá por la puerta grande, aunque ella opina que el haber llegado a ser finalista le hace sentir ya ganadora.
Por lo pronto, tiene su propia página web donde muestra sus diseños y vende sus productos, logrando ya su máxima aspiración, que es vender y dedicarse a la Alta Joyería, con metales nobles y piedras preciosas. De hecho, ha diseñado un anillo inspirado en la colección barroca de Bvlgari, con una gran esmeralda verde, dos rubíes, cuatro turquesas y 12 diamantes rosa, además de un forro interior y esmalte de colores, y esta misma semana ha vendido unos pendientes de oro rosa.
No es la única faceta en la que se mueve. Dentro de sus colecciones ha sabido plasmar personajes que le visitan en sus sueños, como entes protectores", de los que ha conocido ya a tres a fondo: Laky, Kanull y Liria, que tiene ésta última características femeninas, y les está dando forma desde el papel para su primer diseño al 3D, usando programas como Rhinoceros , Matrix, Blender y ZBrush. "La idea con Laky, el primero al que he dado forma, es cubrirlo con un baño de oro", y ya lo está comercializando, con cierto interés por parte del público oriental (China, Korea y Japón).
Uno de sus mayores deseos es abrir mercado en EEUU, donde se lleva mucho ese tipo de joyería.
Su tía abuela, Manoli Pozo (como la llama ella), le pasó su pasión por pintar. "Ella tiene cuadros en el Ayuntamiento de Córdoba y en la sede de Cajasur; pintaba sobre todo mantones de Manila, retratos y caballos y fue una pintora de Jerez, donde se enamoró de un pintor jerezano y se quedó allí, y yo me acuerdo cuando íbamos a verla el olor del óleo y cómo me quedaba en su estudio embobada viéndola trabajar". Blanca también ha dibujado desde muy niña y, de hecho, su padre –el poeta Antonio Sánche Briones--, le fabricó un libro con todo lo que había hecho hasta los 10 años. Y aunque no compone música, le gustaría, y de hecho, para algunos de sus diseños visuales ha plasmado música hecha por ella.
Volviendo al premio, se trata de un concurso de la firma italiana Progold, dedicada a la liga de diferentes metales y a la pasta para soldar, y ahora tienen una impresora en 3D que directamente te imprime en metal y ha dejado la resina a un lado, de modo de que apenas queda labor de fundición.
Y en su caso asegura que "representamos a la Escuela de Córdoba, sí, pero a la vez estamos representando a España ante el mundo entero como una de las mejores escuelas del mundo y uno de los países punteros en diseño". | Texto: J.M.C. | Fuente: Córdoba Hoy.