Como muchos españoles, Miguel López-Cepero no olvidará jamás qué estaba haciendo cuando se enteró de que ETA había matado a Miguel Ángel Blanco, un joven concejal del PP en la localidad vizcaína de Ermua. Ocurrió el 13 de julio de 1997. Un sábado. A media tarde, Miguel se disponía a comer junto a sus empleados tras atender durante el almuerzo a un centenar o más de clientes en su restaurante, la Venta El Cepo, en El Puerto de Santa María, que cierra sus puertas durante el mes de febrero, a la espera de que mejoren las circunstancias de la pandemia. | Miguel López-Cepero, en la fachada de su restaurante.