Amelia Bennet construye una trama magistral valiéndose de paisajes e historias que sumergirán al público lector en una fantasía fresca e hipnotizante. La acción transcurre en época actual y en escenarios como El Puerto de Santa María y la Sierra de Grazalema. La editorial Caligrama publica ‘La quinta norma. El legado del Hombre’. Volumen I. Un grupo de amigos deberá enfrentarse a un mundo devastado por una fiebre infecciosa y a un ejército decidido a acabar con la raza humana. El libro se puede encontrar en formato digital y en papel, a través de múltiples plataformas.
Bennet, nacida en Madrid en 1984, para quien los libros siempre han formado parte de su vida, después de leer ‘Los renglones torcidos de Dios’ con trece años, supo que quería estudiar Psicología, título que obtuvo en 2008. Escritora tardía, empezó en este mundo con 32 años publicando relatos, bajo su nombre real, en diferentes plataformas. Es una enamorada de la novela histórica, pero con su primer libro se sumerge en el mundo de la fantasía.
«Escribir es una terapia fantástica para sacar lo que tienes dentro. Te enseña aspectos de ti que no hubieras descubierto de otra forma. Te da la oportunidad de escapar cuando la realidad se vuelve demasiado insípida. Escribir, para mí, es un viaje excitante que nunca acaba», cuenta la autora.
La lealtad, el egoísmo, la compasión, las consecuencias de los actos son algunos de los temas que pueblan las páginas de esta obra. «Abrir los ojos y mirar al mundo, creemos tenerlo muy visto, pero todavía tiene mucho que enseñarnos», afirma Bennet. Los protagonistas también enseñan, y descubrirán, además, que la mentira puede ser el arma más peligrosa de todas. ¿Cómo combatir las falsedades que se extienden sin control? «La mentira, como la herida de una espada, deja una cicatriz eterna en la piel que hiere», dice el libro.
La quinta norma revela un gran manejo del lenguaje así como la enorme destreza a la hora de trazar diálogos que marcan la identidad de los protagonistas. Con este texto, Amelia Bennet ofrece prodigiosamente todo aquello que la ciencia ficción permite en la literatura: viajar a otros mundos y a otras realidades. «Me encanta hacerme la pregunta: «¿Qué pasaría si…?». Y mi imaginación se convierte en una niña pequeña con sobredosis de azúcar», dice la novelista. | Fuente: La Voz Digital.