No le tapéis la boca
a ese Niño que grita,
a ese Niño que llora,
a ese Niño que brilla
en su noche remota
de sangre y de fatiga.
No lastiman las gotas
del sueño que respiraa,
ni su aliento es derrota
ni enferma es su saliva.
Y el aire de su sombra
nos contagia de vida.
Ángel Mendoza
Navidad 2020