En estos tiempos convulsos y a la vez trágicos, cuando todos estábamos cumpliendo con nuestra obligación ciudadana de permanecer en casa, tú en tu querida Zaragoza con tu inseparable Cristina, y el resto de tus “Tristes” aquí en las nuestras de El Puerto, de repente el jueves 19 de marzo, Tuty me llama por la mañana y me dice que te has puesto malito, muy malito y que apenas hay esperanzas, que solo nos queda rezar y que sea lo que Dios y la Pilarica quieran. | Foto: Eduardo Bueso.
De repente es como si el mundo se parase en seco, nos llamamos entre nosotros, Jorge, los dos Migueles, Falele, Emilio, José Luis y también los dos Javieres. No dábamos crédito, no era normal, no podía ser, eran las palabras que balbuceamos entre sollozos porque era realmente impensable que esto fuese así. Haces escasos sábados, desayunábamos en Los Pepes, como hacíamos cada vez que estabas por tu Puerto de Santa Maria. Y de repente hoy a las 10 de la mañana nos dicen que te has marchado definitivamente, vaya palo, sin palabras nos quedamos todos, no solo tus “Tristes”, sino también tus hermanos que viven aquí y la enorme cantidad de amigos y conocidos que tenías en El Puerto. Tristeza acentuada al no poder desplazarnos a tu segunda ciudad, a reunirnos con Cristina, arroparla, consolarla y despedirnos de ti.
Juan Carlos Ballesteros Morales, era un portuense universal, allá por donde iba dejaba muestras de su orgullo por ser “portuense” o “porteño”, tal era su unión a nuestra Ciudad y su amor al Puerto que el negocio de hostelería que en la actualidad regentaba en la capital maña, es un restaurante que como no podía ser de otra manera se llama ‘El Puerto de Santa María’ y esto solo por citar un hecho puntual, de los muchos que han jalonado su vida empresarial, donde la hostelería fue su especialidad, tanto por la visión del negocio, como por la gestión y sobre todo por el empeño incansable para conseguir lo que se proponía.
Y ahora que te has ido ¿qué hacemos Juan Carlos?, ¿quién nos va a reunir?, esta es la pregunta que todos repetimos una y otra vez ya que reunirnos era una de tus muchas cualidades, solo tú nos ponías a todos de acuerdo para quedar y vernos mes a mes y año tras año.
Hoy han sido muchísima la gente que nos han llamado a todos los “Tristes” para darnos el pésame por tu inesperada marcha, y eso demuestra la grandeza de la que estabas hecho y el honor tan inmenso de todos nosotros porque nos llamasen. Ya habrá tiempo, cuando pase este mal sueño que nos ha tocado vivir, en el que entre todos los que te queremos organizaremos algo para perpetuar tu memoria y reconocer tus valores aquí en la ciudad de tu vida El Puerto de Santa Maria.
Querido Juan Carlos, con mucho dolor y en nombre de todos descansa en paz y siempre estarás en nuestros recuerdos. | Texto: Nicolás Terry, en nombre de Miguel, Falele, Jose Luis, Javier, Emilio, Javier, Miguel, Tuty, y Jorge.
Gracias por todo, siempre estaras en nuestro corazones.