Lo escribió Pedro Muñoz Seca hace 99 años. “Supóngase el lector que se dirige cómodamente en el tren a Cádiz, por ejemplo, y que pasa por mi pueblo, por el Puerto de Santa María que es el pueblo más bonito de España. ¿Hay quien diga que no? ¡Hombre, que salga y verá...!
Bueno, pues continúe suponiendo que al llegar al Puerto, en vez de oír vocear a un mozo zafio e ineducado aquello de “¡Puerto de Santa María, dos minutos!”, escucha que un señor bien portado, sonriente y rebosando salud, grita a todo pulmón “¡Puerto de Santa María, noble ciudad, gran puerto, veinte mil habitantes, todos sanos, once mil mujeres, todas guapas; linda playa, bella campiña, agua riquísima, casas baratísimas...!”
¡Aquí engordó seis kilos don Alfonso el Sabio...! ¡Aquí se muere de viejo!... ¡Aquí no se habla de Romanones!... Y así hasta que el tren se fuese, que se iría de vacío, porque ¿quien que oyera tales lindezas no se tiraba, aunque fuer por la ventanilla?
Gracias a esta idea mía, se conseguirán dos grandes cosas, que los viajes resulten instructivos, porque para aprender bien la historia y la geografía de España bastará sacar un kilométrico, y que los persuasivos y elocuentes oradores que pierden su tiempo, y el nuestro en congresos y mítines, un sitio donde puedan hacer con su oratoria algo de provecho”. | Texto: Pedro Muñoz Seca. Revista Portuense. 5 de julio de 1921.