Reproducimos unas notas personales de Rafael Tardío Alonso (1929-2016), donde refleja la amistad entrambos, y el cruce artístico entre poesía y plumillas, en concreto sobre los versos de José Luis Tejada Peluffo (1927-1988) ‘El niño del marinero’, los cuales --poesía y plumilla-- fueron correspondidos por su amigo Tardío con una versión pictórica de su obra poética, que reproducimos mas adelante. | En la imagen, aparecen de izquierda a derecha Rafael Tardío, José Luis Tejada y Carlos Scatt, un amigo catalán, piloto de aviación |Mayo 1944.
“Las amistades que frecuenté en mi juventud fueron singularmente beneficiosas para mi formación, en especial la de José Luis Tejada Peluffo, que llegó a ser un gran poeta.
| En la plaza de Isaac Peral, de izquierda a derecha, Carlos Scatt, José Luis Tejada y Rafael Tardío | Año 1944.
Por aquellos años, concretamente en 1961, José Luis Tejada me dedicó una afectuosa glosa alabando mis plumillas en los siguientes términos:
Plumillas de Rafael Tardío
“Conocí a Rafael Tardío, en la remota infancia coquinera, casi al mismo tiempo que conocí al Dibujo; a ese magisterio secreto de formas y de luces, que a él se le entregaba grácil, mientras se me negaba a mí tan tercamente. Él vestía y daba cuerpo, con la plumilla sabia, con el lápiz maestro, a todo aquel mundo de sombras irreales o realísimas que yo apenas sabía más que apodar. (continúa…).
Han cruzado los tiempos y Rafael Tardío Alonso ha persistido honestamente en el asedio insondable de la Realidad. Paisajes sin figuras, sin apenas colores, donde la plumilla implacable persigue a los detalles y a la luz, con un verismo de más quilates que el de la fotografía porque se mueve en la dimensión de lo creativo, de lo inimitable.
Sus temas, lo de menos en otros casos, respaldan en este otro modo no menor de autenticidad: la fidelidad a un paisaje suyísimo, gaditano de sierra y de bahía; de piedras viejas y de cales jóvenes, que Tardío ha ido recolectando meticulosa y amorosamente con las sensibles pinzas de sus propias pestañas”. José Luis Tejada. Poeta.
| En la imagen, el escultor Javier Tejada Prieto, Angelita Tardío, Rafael Tardío con 16 años, Joaquín Gálvez Vaca y José Luis Tejada Peluffo | Año 1945.
Esto lo escribió José Luis por los años en que tuvo la feliz inspiración de la siguiente y enternecedora poesía que, entre su grupo de amigos, recitaba con inolvidable cadencia y que Rafael nunca olvidó.
El niño del marinero
El niño del marinero
Que se bañaba desnudo
hasta en las tardes de enero.
Diez agostos retozones
en su cuerpo.
Su cuerpo, jazmín de bronce,
su cara metal moreno.
Cuando en las tardes de enero,
de vuelta de las salinas
pasaban los salineros
con andares cansinos
por mitad del puente nuevo,
miraban, tanagra viva,
al hijo del marinero
que se tira o no se tira,
desde las vigas de acero:
—¡Dale, que te come el frío!
—¡Venga, espárrago moreno!
—¡Que se te vea esa sangre
caliente, de marinero!
¡Qué risas de lobo joven!
¡Y qué temblores de enfermo!
Y un chorro de agua morena
desde un surtidor de acero.
¡Mira tú qué golondrina!
¡Salinero!
¡Qué parábola de cobre
plasmaba, al aire, su cuerpo!
* * *
El niño del marinero...
¡ya no volverá a tirarse
de su trampolín de hierro!
¿No lo sabes? La otra tarde
pasaban los jornaleros
con sus tonadas cansinas
de vuelta de los esteros
y vieron... ¡Virgen del Carmen!
¡ay qué dolor! ¡Lo que vieron!
Una blusa abandonada
y un calzón de paño negro...
y un tinte rojo en el agua
debajo del puente nuevo.
Siete burbujitas claras
se iban, al salir, rompiendo
y encomendando a los aires
retazos de un Padrenuestro.
* * *
¡Que ya no se baña el niño...
—¡qué dolor— del marinero!
Y Rafael obsequió a su amigo versión pictórica de su obra poética
| Cuadro: “El Niño del Marinero”. Rafael Tardío Alonso. | Plumilla a color. 40x27 | Año 1980.
Texto de la dedicatoria: “A mi amigo José Luis Tejada. Ambos, el niño del marinero y el viejo puente, seguirán siempre vivos en mis recuerdos. Siento que mi torpe pluma no tenga más poesía para inmortalizarles mejor”.
| Reunión de amigos entre pinares: de izquierda a derecha José Luis Tejada, Rafael Tardío, Angelita Tardía, Javier Tejada y Joaquín Gálvez | Año 1945
Al hilo de esta colaboración, donde se pone de manifiesto el intercambio entre poesía y plástica, el desaparecido pintor portuense también ilustró un libro de Rafael Alberti, de la que escribiremos en una próxima nótula.
| Agradecemos a Isabel Tardío Zuasti su colaboración para la elaboración de esta nótula, cuyas ilustraciones gráficas pertenecen a dicha familia.
Sí. Estupendo. Pedro de Tena
GRAN ARTICULO