Alguien dijo que ‘la vida no estaba hecha para comprenderla, sino para vivirla’. Buen ejemplo de ello dio una extraordinario mujer que vivió la vida sin detenerse a pensar ni un instante en el ocaso. Paca Benjumeda nació en El Puerto de Santa María el 1 de diciembre de 1931, viuda de Miguel Sánchez-Cossio Muñoz, con quien tuvo un hijo, Miguel, y dos nietos que aportaron a su vida la satisfacción más plena. Tenía el carácter que posee toda mujer valiente, positiva, libre e independiente. Fue una mujer trabajadora, regentaba el estanco de la avenida de la Constitución junto a su muy querida hermana Loti para la que siempre tenía palabras de cariño.
Fue una persona muy activa, vital y con la mentalidad de quien ha conocido mundo, porque era una viajera incansable y en sus muchas travesías adquirió incontables vivencias y experiencias, tenía por ello una conversación interesante pues además, la memoria era uno de sus fuertes.
Gran jugadora de cartas en Vistahermosa Club de Golf, donde tenía a sus amigas, amigas con mayúsculas pues las quería profundamente, no faltó a sus reuniones, meriendas, partidas fijas y campeonatos a pesar de que la vida le estaba enseñando ya el camino de salida. Creo que las cartas no serán lo mismo sin ella. Su fortaleza personal la hacía prescindir de los lamentos, nunca se quejó de nada ni siquiera en su último año donde llevó su enfermedad con absoluta normalidad, la vida para ella un paseo tan maravilloso que superaba las dificultades haciéndolas parecer fáciles. Fácil era la vida de los que caminaban a su lado. Toda una lección de vida.
| Pilar Bensusan, Paca Benjumeda, Tere Abreu, Loti y Antonio Benjumeda, María del Carmen Lobato y María Benjumeda | Foto: Ignacio Casas de Ciria
Era una mujer creyente y muy devota de la Virgen de los Milagros, cada 8 de septiembre acudía a su palco bien rodeada de amigas y familiares. Ella siempre decía: ‘las flores se marchitan, las oraciones llegan a Dios’. Hoy estamos seguros de su reencuentro con Él ha debido resultar lo más sencillo. No cabe duda que ha dejado una huella muy honda en todas aquellas personas que la conocían y querían, porque conocerla era quererla.
Como bien dijo Lincoln: ‘Al final lo que importa no son los años de vida sino la vida de los años’. Y ella tuvo la fortuna de tener años y la capacidad para llenarlos. Así fue esta extraordinaria mujer, Paca. | Fuente: Vistahermosa Club de Golf.