La gran mayoría de los aficionados al flamenco portuenses creíamos que Pepa Campos “La Puerto”, empezó su vida profesional a los sesenta años de edad. Sin embargo, según la información de la que dispongo esta artista empezó a cantar y a bailar con dieciocho años de edad como profesional, aunque para poder actuar en aquellos tiempos tenía que disponer de un permiso paterno. | Pepa saludando en una de las tantas actuaciones con ‘Los Viejos’ de TVE.
| Calle Ganado, en una de estas dos casas nació Pepa Campos ‘la Puerto’.
Pepa Campos nació en El Puerto de Santa María el 27 de Enero de 1903, en la Calle Ganado nº 25, enfrente del antiguo Bar Rueda, muy ceca de la Plaza de Abastos.
Sus padres fueron José Campos García, natural de esta ciudad, y su madre Carlota Campos García que había nacido en Sevilla. Abuelos Paternos, Manuel y Josefa, los dos de El Puerto. Sus abuelos maternos, Juan y Amparo, también naturales de esta Ciudad. Se bautizó en la parroquia Nuestra Señora de Los Milagros el día 4 de Febrero 1903, y fueron sus padrinos Manuel Campos y Carlota Campos, solteros y familiares de la bautizada.
Sabemos que vivió varios años en Jerez de la Frontera, ciudad con la que conectó y en la que conoció a muchos artistas flamencos de la edad de Pepa, uno de ellos fue María López, ‘la Jerezanita’, cantaora que nació a finales del siglo XIX. He localizado a esta artista en el padrón de Madrid de 1920, en el Callejón de Álvarez
‘El Gato’, en Madrid
En estas fechas María López trabajaba en el Café Cantante ‘El Gato’, establecimiento que llevaba el mismo nombre que la travesía. Con la mencionada ‘la Jerezanita’, trabajó Pepa Campos ‘la Puerto’ en el Café Cantante Alhambra, cómo se comprobará más adelante, a través de la documentación aportada.
La familia de los Campos
Campos era muy conocida en Jerez de la Frontera. Tenía fama por las fiestas que realizaban en esta ciudad en aquellos años 50 y 60 del pasado siglo, según nos cuenta en su libro: ‘Flamenco medio siglo de mi vida en el cante’, en su plazuela con la Capilla de la Yedra de Antonio ‘el Platero’, hombre muy conocido en los medios flamencos jerezanos, que vivía en la misma calle que la familia Campos en Jerez de la Frontera. El patriarca de esta familia era Manuel Campos Campos, hermano de Pepa. Actualmente vive en El Puerto un sobrino de ésta, el guitarrista Manuel Campos Zarzana, natural de Jerez. Según nos contaron cantaores y bailaores de Jerez, toda la familia cantaba y bailaba muy bien, así que de casta le venía a nuestra paisana.
| Revista Portuense, Viernes, 13 de Enero de 1922 anunciando el gran debut de Pepa Campos.
Teatro Principal
“Es general la expectación existente por conocer cómo artista a nuestra paisana Pepita Campos. Esto unido a los otros varios atractivos que ofrece el programa, como son el debut de la bailarina Isabelita Real y la pasada, entre otras películas, de una interesantísima de la guerra, hará que se vea esta noche muy concurrido, nuestro Principal Coliseo. Por anticipado damos nuestra enhorabuena a la simpática Pepita por el éxito que seguramente obtendrá esta noche”. 15 de Diciembre de 1922. La Revista Portuense, Teatro Principal del Puerto de Santa María.
| Revista Portuense, 14 de Enero de 1922
“Debutó la chanzonetista local Pepita Campos ‘la Puerto’, en el Teatro Principal, de esta Ciudad, quien venció la emoción enorme que produce toda presentación y dióle todo el clásico sabor flamenco que requiere el bonito repertorio que cultiva. Después del debut, realizado un sábado, el domingo, donde la artista introdujo variaciones en el repertorio, siendo muy celebrado un numero de cante y baile con acompañamiento de guitarra”. Esta es la crónica de Revista Portuense, con fecha de 14 de Diciembre de 1922.
‘La Puerto’ cantaba muy bien la tonadilla. En sus actuaciones hacía una parte cantando copla aflamencada y otra parte era más flamenca, cuando así lo requerían sus actuaciones. Era una artista muy completa. Recorrió todas las provincias andaluzas, en cuyas actuaciones tuvo un gran éxito. Sin embargo, a pesar de dicho éxito, no tenemos una explicación que nos indique por qué Pepa Campos dejó el mundo del flamenco cuando se encontraba en su mejor momento.
Hemos recogido estos datos de la prensa de Granada, en la que se expresa lo siguiente:
| Prensa de Granada sobre el Café Cantante Alhambra
Café Alhambra
“El anuncio de Charito Merino llevó numeroso público al Café Alhambra y la gentil canzonetista, supo captarse las simpatías de los espectadores desde los primeros números. Una voz de timbre agradable, dominio de la escena y la simpatía irresistible de la mirada, nos hicieron juntar las manos para el aplauso. La Jerezanita obtuvo el éxito franco y estruendoso de siempre.
En obsequio del público que a diario llena la sala del aludido Músic-halls, María Pepa Campos, la morena de los ojos habladores, la jerezana melancólica y triste, que siente la nostalgia de la patria chica ante el vino de oro, se ha lanzado a los escenarios, ejecutando algunos bailables y canciones, que nos permite asegurarla un porvenir brillante en la varietés...”
Observamos un error en los datos aportados por la prensa de Granada que nos dice que Pepa era jerezana, aunque como comprobarán por su partida de bautismo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros, del El Puerto de Santa María, Pepa nació en esta Ciudad.
| Paco ‘el Monga’, yerno de Pepa Campos
La artista contrajo matrimonio en la Parroquia de San Joaquín de esta Ciudad con Francisco Vargas Arenas el día 6 Diciembre 1944. De este matrimonio nacieron dos hijas, la mayor era María, que estuvo casada con el guitarrista madrileño Enrique Escudero, y la menor Amparo, con el cantaor flamenco, conocido en esta Ciudad como Paco ‘el Monga’, apodo artístico de Francisco Dueñas Vargas, artista muy ligado a El Puerto, nacido en San Fernando, cuyo cante por soleá podemos decir que era de muchos quilates.
| A la izquierda Antonio Núñez, en el centro, Manolo Agujeta y Rancapino y Paco ‘el Monga’, en el escenario de la Sala de Fiestas del Casino Bahía Cádiz.
Según nos contaron, Pepa vivió siempre en la zona de la Plaza de Abastos y, posteriormente, en estado de viudez, vivió en la calle Ricardo Alcón con sus dos hijas hasta su marcha a la capital de España.
| Pepa Campos “La Puerto”, con sus nietos de fiesta.
‘La Puerto’, tenía mucha amistad con Antonio Mairena. Se conocieron en una fiesta privada que contrató un señor de negocios de El Puerto. Mairena le comentó a Pepa que quería escuchar cantar a José ‘el Negro’, sin embargo, a éste no le gustaba que le oyera cantar Mairena porque podía copiar su cante. Pepa, que conocía muy bien a José ‘el Negro’, le invitó a su casa para escucharle cantar, sin decirle nada de que iba a acudir también Mairena, por lo que accedió José. Antonio Mairena, se ocultó detrás de una cortina de una habitación de la casa de nuestra paisana y desde allí escuchó cantar a Tío José ‘el Negro’. Pepa se lo comentó a José posteriormente, y este solo dijo lo siguiente: “Antonio Mairena, es muy frío para hacer mi cante”. José no se enfadó pues apreciaba mucho a Pepa Campos. ‘El Negro’, no fue muy devoto del gran cantaor sevillano Antonio Mairena. Yo le he conocido muy bien y en muchas ocasiones le comenté si se había enfadado con Pepa cuando le dijo que Mairena le escuchó cantar en su casa, a lo que me respondió: “Antonio, te juro por mi dos hijos que no, yo apreciaba mucho a Pepa”.
| Juan Farina, con sus botas de bailar
En los años sesenta marcharon a Madrid, muchos artistas flamencos de El Puerto Santa María. En el libro del porteño, Juan Farina que lleva por título: “Que me quiten lo bailao”, nos informa de los artistas que partieron a la capital de España y cita a los siguientes: Pepa Campos, Anzonini, Ramón Orillo, Antonio ‘el Caneco’, José Matiola ‘el Mono’ y José Cortés ‘Pansequito’, entre otros. Juan Farina nos dejó un poema en su libro dedicado a su tío El Gurrino, que dice:
“El compás de los martillos
ya no tiene soniquete
en la fragua Tío Gurrino
cantando por martinete”.
| Fernando Quiñones y Juan Farina a su izquierda, a su derecha Alberto Ramos Santana, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Cádiz.
Al quedarse viuda en los años cincuenta, época de muchas calamidades que nos trajo la posguerra, Pepa lo pasó muy mal pues vivió grandes desasosiegos y agobios para sacar a sus dos hijas adelante. Aconsejada por artistas del flamenco de Cádiz y de El Puerto y, por las necesidades que pasaba, decidió marchar a los tablaos flamencos madrileños en los años sesenta. Actuando en 1963, 1964 y 1969 en Torres Bermejas y en 1964 en Las Cuevas de Nerja. A finales del año 1969 formó grupo con artistas veteranos como Anzonini, Pablito de Cádiz, ‘la Chicharrona’, Tía Juana ‘la del Pipa’, Antonio ‘el Guarino’ de Puerto Real y Paco Valdepeñas entre otros.
Yo que he tenido la suerte de ver a este grupo de artistas flamencos, les puedo decir que era todo un espectáculo que se me ha quedado grabado en la retina para toda la vida. El compás y el duende flamenco de estos artistas, nacidos a principios del siglo veinte eran extraordinarios. Hoy podemos decir que el aprendizaje del baile se hace en academia. Ver bailar a ‘la Chicharrona’, a Pepa Campos, a Anzonini y a la Angustia por bulerías, era todo un poema, pues el compás que tenían era tan personal, que dejaban su duende en los escenarios de aquellos años.
Recuerdo a Pepa cantando y bailando los “malacatones” y no se podía tener más arte. Era una mujer delgada y bajita de estatura, pero con una fuerza en escena fuera de lo normal. Su mirada y expresión bailando, con sus ademanes muy flamencos, eran únicas, tanto que dejaba su aura en escena, con un baile muy original, como es el baile de nuestra tierra.
Yo, que he visto bailar y he conocido a muchos artistas de los años 20, 30, 40 y 50 del pasado siglo, de ellos, ninguno bailaba igual que Pepa. En El Puerto se baila más con las manos, como lo hacían Manolo Anzonini, Pepa Campos, Palomito, Manolo Barrera, José Luis Rodríguez, el Caneco, su mujer, la Angustia, Fernando Gatica, El Pinto, la Popi Villar, Paquito Gallardo, Paco Puerto, Miguel Villar y Manuel Sánchez ‘Loliti’, entre otros. La mayoría de estos artistas de nuestra tierra bailan, como he dicho, bailan más con las manos y la expresión que taconeando, ejemplo de ello lo tendríamos en el baile de Anzonini. Aunque hoy en día hay muchos jóvenes bailaores y bailaoras en nuestra tierra que bailan muy bien, porque todo hay que decirlo.
Una gran bailaora nacida en El Puerto fue Antonia Gallardo ‘la Coquinera’. Decían de ella que era genial. Rosario ‘la Flamenca’ fue también una gran bailaora nacida en El Puerto, pero poco conocida por los aficionados de esta Ciudad. Pepa Campos la conoció siendo ella muy joven. El 25 de enero de 1891 actuaba en Cádiz Rosario ‘la Flamenca’, concretamente, en café ‘El Invencible’. También conocería a la cantaora Ana ‘la Loza’, muy mayor ya cuando esta actuaba el 24 de Octubre de 1888 en el Salón Concierto, de Cádiz. Esta mujer vivió en el Callejón Espelete y en la calle Santa Clara. No debemos olvidar que el gitano aporta también mucho arte al flamenco.
Existe un vídeo de Televisión española en el que Pepa y Guarino de Puerto Real realizan una representación, ella en el papel de marquesa y Guarino de gitano, podemos asegurar que estos dos artistas gaditanos no pueden tener más arte.
Pepa trabajó durante los primeros años setenta formando parte del cuadro de ‘Los Viejos’ de Televisión Española, con el que recorrió gran parte de España. Era un espectáculo ver a estos artistas mayores. Hay que decir que estas personas mayores que no asistieron a ninguna academia a aprender a cantar y a bailar tenían una personalidad propia que la imprimían a su cante y a su baile.
| Pepa Campos con Pablito de Cádiz.
Pablito de Cádiz, persona muy simpática y graciosa, nos dejó esta información sobre nuestra paisana: “Era muy amiga mía, mujer muy inquieta en el escenario, con mucho compás cantando y bailando, a pesar de su delgadez era muy buena artista y mejor persona. Se retiró del flamenco ha mediado de los setenta”.
| José de los Reyes ‘el Negro’.
“El Negro” nos dijo lo siguiente sobre ella: “Bailando y cantando era un fiera con mucho compás”. Pepa hablaba así de José ‘el Negro’: “Para mí es de los cantaores gaditanos que mejor imitaba el cante por bulerías de Ignacio Espeleta. La familia de José ‘el Negro’ estaba compuesta por sus padres Juan Reyes Reyes ‘el Paterna’,(1892) y Gabriela de los Santos Suárez ‘la Bilili’, (1899), de El Puerto; esta mujer era prima hermana del Viejo Agujeta y tía de Miguel ‘el Gitano Bronce’. Tuvieron varios hijos: José ‘el Negro’, (1912), Manuel ‘Cagancho’, (1914), Juan, (1917), Gabriela, (1919), María, (1922) y Domingo, (1924), todos de El Puerto de Santa María.
| Anzonini | Foto: Toni Keeler.
Manolo Anzonini, que trabajó en tablaos y en teatros con ella en muchísimas ocasiones decía que: “Tenía un sabor bailando y cantando muy flamenco, con mucho duende, por eso gustaba mucho en Madrid, estuvo en la capital de España muchos años actuando ya mayor. Esta gitana nunca bailaba igual, la podías ver bailar cinco o seis veces y siempre el resultado era diferente, tenía mucho arte y compás, como bailamos en El Puerto, era diferente”.
| Tío Alonso ‘el del Cepillo’.
Al amigo Alonso ‘el Cepillo’, al que se le echa mucho de menos, nos dejó su opinión sobre Pepa: “Yo cuando era joven la vi cantar y bailar, en muchas ocasiones en bodas, bautizos, tomas de dichos y en nuestro Teatro Principal, porque era de la misma edad que yo. Era una mujer con una energía fuera de lo normal, cantaba y bailaba con mucho arte y de forma diferente a las demás. Pepa lo pasó muy mal al quedarse viuda con dos hijas. Cantó en fiestas en muchas ocasiones para poder sobrevivir en aquellos años cincuenta, tan difíciles de la posguerra”.
Yo conocí en Madrid a Enrique Escudero, guitarrista profesional madrileño que me explicó que el cante y el baile de Pepa gustaban mucho a los aficionados del Madrid de aquella época. Incluso un señor de la alta sociedad, que creo era duque, al que le gustaba mucho el cante y el baile, la invitaba a muchas fiestas privadas en las que ganaba muy buen dinerito, lo que hoy no se gana.
| Fotografía del tablao de Torres Bermejas, con Anzonini de pie a la Izquierda, El Beni de Cádiz, sentado en el centro y Paco Valdepeñas, de pie a la derecha.
Pepe Blas Vega, amigo al que también echamos de menos, y uno de los puntales de la flamencología moderna, me dio su opinión sobre su arte: “Yo la vi Antonio, en Torres Bermejas, Las Cuevas de Nerja, y en el teatro en Madrid, con los viejos flamencos de aquella época, fue una mujer con mucho arte. Llegar a Madrid con sesenta años y triunfar en esta tierra era muy difícil y, a pesar de ello, arrasó en el cante y en el baile gracias a su personalidad. Era muy cortita bailando y cantando, pero lo que hacía no se lo he visto a nadie en el flamenco, como le pasaba a Anzonini y a Paco Valdepeñas, y entre otros artistas mayores.
| El Mercado de Abastos y la calle Sierpes.
Yo me crié en la calle Sierpes, junto a la Plaza de Abastos, con mis abuelos paternos Juan Cristo ‘el Portugués’, marinero de profesión, y Carolina Charneco, ‘la Portuguesa’, costurera de ropa de hombre. Pepa Campos vivía en esta zona de la Plaza de Abastos de El Puerto en los años cincuenta y sesenta con sus dos hijas. Recuerdo verla por aquellos alrededores siempre vestida de negro y con el pelo recogido con un rodete, como lo llevaban la gran mayoría de las mujeres mayores en aquellos años.
| Homenaje de la Peña de Tomás El Nitri a Pepa Campos.
He conocido muy bien a Manolo Anzonini, a su esposa María y a su hermano “El Alpiste”, que fue muy amigo mío. En la Peña de Tomás El Nitri, Pepa fue homenajeada por su trayectoria flamenca y por su retirada del flamenco a principios de los años ochenta, haciéndole entrega de un ramo de flores y de un pergamino, mi compadre Luis Gatica. La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de El Puerto también la homenajeó por su retirada de este magisterio y le dio su reconocimiento a su trayectoria.
En alguna ocasión pregunté a Pepa Campos qué bailaora o bailaor había visto bailar mejor, a lo que contestó: “Carmen Amaya y Pastora Imperio eran geniales, y en hombres, ‘el Farruco’, Antonio Ruiz y Antonio Gades, fueron los grandes del baile, entre las cantaoras, la Niña de los Peines, la Paquera y, como cantaores, Manolo Caracol y Juan Jambre”. Verdaderamente nuestra paisana mencionó a grandes artistas flamencos de todos los tiempos.
| Pepa Campos “La Puerto” a la derecha, el Beni de Cádiz, en el centro y, a la Izquierda, creo que es Rosa Durán.
De los cantaores y bailaores de El Puerto quien te ha gustado más, le pregunté: “Como bailaor y cantaor Manolo Barrera ‘el Soldao’. Caracol y Lola Flores, se lo quisieron llevar en su compañía. También había uno que mataron, gran bailaor y cantaor gitano que se llamaba Pepe Hano y era Herrero de profesión. Una mujer que vivía en el Callejón Espelete también cantaba muy bien, según los aficionados. Se llamaba Ana ‘la Loza’ aunque yo a esta mujer no la llegué a oír cantar”.
Los cantaores que mejor han cantado los corridos gitanos en El Puerto: “El Veneno, padre del Cohete, Tío Ignacio, ‘el Pampli’, ‘el Perejil’ y su hermano PepeHano, Diego ‘el Gurrino’, la Bermúdez y su hijo Alonso ‘el Cepillo’, José ‘el Negro’ y Francisco Suárez Vargas ‘el Sueco’, este hombre para José ‘el Negro’ y para la mayoría de los gitanos de esta tierra, era el mejor cantando y también el que mejor conocía el cante flamenco gitano de esta zona”.
Yo no llegué a escuchar cantar a ‘Cagancho’, Manuel de nombre, éste era hermano de José ‘el Negro’, decían de él que cantaba los corridos y por seguiriyas muy bien. Este hombre se suicidó tirándose al tren de Rota. Había una frase en los años cincuenta y sesenta en nuestro pueblo muy conocida y con mucha guasa que decía: “Anda y tírate al tren de Rota”.
A José ‘el Negro’, no le gustaba hablar de su hermano apodado ‘Cagancho’, pues se echaba a llorar y nos decía: “Esto le pasa a las personas buenas, a las mala gentes no”.
De qué cantaoras y cantaores de El Puerto --le pregunté a Pepa Campos-- escuchó usted hablar muy bien pero no los escuchó cantar: “A Ana ‘la Alondra”’ Luisa del Puerto, Tomás ‘el Nitri’, Juan Cortés ‘el Cagón’, ‘Chaquetón’ y la Gallarre. Esta mujer en su tiempo fue una de las cantaoras que mejor ha cantado en los Café Cantantes de Cádiz en 1880”. La sepultura de Ana ‘la Alondra’, estaba situada en el cementerio de El Puerto, entrado a la izquierda y a dos metros de la entrada y, tenía razón Pepa, porque mi compadre Luis Gatica me contó lo mismo.
Le pregunté si llegó a conocer al cantaor flamenco Juan Gutiérrez Sánchez ‘Pavirri’, nacido en El Puerto: “Sí, cantaba muy bien por seguiriyas, soleá y malagueña, tuvo mucho éxito en su tiempo. Cantó en El Teatro Principal, actuó en muchas ocasiones con ‘el Coquinete’, artista que dominaba muchos palos del flamenco y también la zarzuela. Vivieron en Cádiz y Sevilla”.
| Entrevista a Ramón Távora en la plaza de toros de El Puerto en la presentación de su obra “La ópera flamenca”. A la derecha Salvador Cortés, en el centro Manuel Gallardo y Antonio Cristo, el autor del texto.
Los datos que aporto sobre nuestras paisanas son informes recogidos por mí a partir de lo que me cuentan aficionados de esta Ciudad que fueron amigos y hablaron con ella de flamenco. Quiero agradecer a muchos mayores, cantaores y bailaores, las referencias que nos dejaron de Pepa y en especial debo agradecer a mi entrañable amigo Salvador Cortés, “Chigui”, --al que echamos de menos-- por las fotos aportadas a este texto y los datos de nuestra paisana a la que él conoció muy bien.
| En Radio Puerto, de derecha a izquierda, Carrasco El Guardia, Manolo Gallardo, Antonio Cristo y Salvador Cortes “Chigüi”.
En el año 1974 en el Teatro Andalucía de Cádiz, con la colaboración de la Peña Flamenca de Enrique El Mellizo, se celebró un homenaje a la gran cantaora gaditana la Perla de Cádiz.
Cantaron en su honor: La Paquera de Jerez, Camarón de La Isla, Fernando de Utrera, El Beni de Cádiz, Antonio Fosforito, Pansequito del Puerto, Terremoto de Jerez, Bernarda de Utrera, Orillo del Puerto, Campuzano (pianista), José Vargas El Mono, La Inés, Chano Lobato, La Sallago de San Lucar, Paco Solano, Alfonso de Gaspar.
Bailaron: Pablo de Cádiz y Diego el de la Margara; Guitarristas: Manuel Morao, Parrilla de Jerez, Juan Morao, El Niño de los Rizos, Joaquín del Puerto y Antonio Núñez.
| Pepa Campos en el camerino de un teatro de los tantos que recorrió.
El Gran Cuadro de “El Tablao”; Juana La Del Pipa, Guarino, La Chicharrona y El Jineto de Cádiz; El Cuadro De los Viejos de T V E: Manuel Jesulito, Pepa Campos, Angustia la del Puerto, Rafael Pablera. Como podéis comprobar quizá esta fuera una de las últimas actuaciones de nuestra paisana.
En este homenaje en honor a La Perla de Cádiz, actuaron seis artistas del flamenco del El Puerto: cantores, Pansequito del El Puerto, Ramón Orillo; Bailaoras, Pepa Campos y Tía Angustia del El Puerto, fue una bailaora con un baile muy personal, esposa de Antonio El Caneco; Guitarristas Joaquín del El Puerto y Antonio Núñez. Que daría yo por ver a estos artistas que hoy la gran mayoría no se encuentra entre nosotros.
De las tantas charlas que tuvimos los aficionados flamencos de El Puerto con ella recuerdo una pregunta: ¿Pepa, conociste a María García Moreno? “La Obispa, pues claro que la conocí muy bien, ella tenía ese apodo por su marido el Obispo, que era muy buen herrero y patriarca de los Núñez, de Chiclana, ganaba muy buenos dineros en aquellas fechas. Los padres La Obispa, no eran andaluces, María sí nació en El Puerto, cantaba muy bien los cantes de esta zona de los Puertos, ella era mayor que yo catorce o quince años, la conocí cantando en la boda de Chano, un carnicero muy conocido de El Puerto. María, apuntaba una soleá muy personal, con un estilo muy parecido a la soleá de Cádiz.
En los años ochenta Pepa Campos, estuvo ingresada en el Hospital de Mora por los problemas que tienen los ancianos a estas edades. Estuvimos visitándola muchos aficionados de El Puerto, recuerdo a Enrique Gatica, Juan Ruiz, Miguel Marroquín y el que escribe este texto, entre otros. En el año 1985 se nos fue con los que no vuelven a la edad de ochenta y dos años María Pepa Campos Campos ‘la Puerto. | Texto: Antonio Cristo Ruiz. |*
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P.S. Reivindicando
Quiero dejar bien claro que La Obispa, no se llamaba Antonia Núñez como creen algunos, esta era tía abuela de Rancapino. La auténtica Obispa, fue María García Moreno, nacida en El Puerto, gitana por los cuatro costados y de pura cepa. Esta se casó con El Obispo, abuelo paterno del Núñez, patriarca de esta dinastía, y fragüero de profesión, este se dedicaba a hacer anclas para los faluchos o barcazas de aquellos tiempos. Recorrió toda la costa gaditana haciendo sus anclas forjadas a fuego
En el libro de Antonio Escribano Ortiz, Chiclana Siempre Flamenca. Depósito legal: CA-763/2001. Imprime: Alograf, S.L. (Chiclana), aporta esta información sobre La “Obispa”: Hija de María la Chiclana, y abuela de Rancapino. Al igual que su prima Antonia Núñez, fue cantaora en familia, bien es cierto que entre los gitanos chiclaneros se ha venido diciendo que era buena intérprete de alboreá, soleares y tiento-tangos. Nació en 1892.
Antonio Escribano, no encontró en Chiclana la partida de nacimiento, de La Obispa, ni tampoco nos aclara mucho. Estoy seguro de que Escribano, investigó en los padrones del Archivo Histórico de Chiclana y en la Iglesia Mayor de esta Ciudad, sin encontrar nada. Recuerdo que le dijo a Pepe Blas Vega, que había tenido muchas lagunas con algunos cantaores de esta ciudad, sin poder llegar a fondo a averiguar su identidad.
Una Antonia Núñez, cantó en Chiclana en un festival de 1970, esta mujer en aquel tiempo tendría setenta y cinco años. Por cierto, quienes la escucharon nos informaron que estaba muy mal de voz. Esta mujer por la edad que tenía en aquellas fechas no podía ser ninguna de las que mencionaba Antonio Escribano.
* | Agradecimiento a Ana Becerra Fabra por su colaboración.
hola! Me encantaría saber quien es el autor de estos artículos! Gracias!
Magnifico trabajo. ¡cuanto he aprendido! Graacias.
Magnifica la historia de cantaores del Puerto, lástima que todo esto no se recopile en un libro.
MAGNIFICO TRABAJO .....ENHORABUENA Y AGRADECIMIENTO A ANTONIO CRISTO Y A GENTE DEL PUERTO POR ESTOS DOSSIERES Y NOTULA ---- GRACIAS !!!
Gracias a Ana Becerra por su colaboracion