Uno de los primeros recuerdos felices de aquel niño era el camino diario hacia la playa en los veranos. Siempre era el mismo, una amplia avenida que iba desde las nuevas construcciones al filo del pueblo, hasta las casetas de baño que había en la arena mas alta.
En el lado izquierdo, en el acerado de unas casitas nuevas que se extendían hasta el mar, el niño descubrió algo fascinante para él: alternativamente las losetas tenían unos dibujos, un ancla y un racimo de uvas.
...continúa leyendo "4.204. Pequeño relato de invierno. Ancla y uvas, por Enrique Bonmati"