Carlota Armillas Mateos, la joven estudiante portuense, ha sido la única española en los últimos 10 años distinguida con una de las becas que otorga la Fundación Bill Gates, para estudiantes de todo el mundo, que hayan sobresalido en un fuerte compromiso por mejorar la vida de los demás. “Los cuentos sobre grandes ingenieros que mi madre solía contarme cuando era pequeña cuando crecía en El Puerto de Santa María me dieron ganas de ser ingeniero e inventar cosas para ayudar a otros”. | En la imagen, Carlota Armilla, durante su estancia en Dublín, como estudiante Erasmus.
Carlota Armillas, es licenciada en Ingeniería Mecánica y Diseño Industrial y Desarrollo de Producto por la Universidad de Cádiz, graduándose con el mejor expediente: 9,6 de media “Las notas tiene que ver con mi amor por saber”. El bachillerato los estudió en Safa-San Luis, y obtuvo una nota del 13,5 en Selectividad.
| Universidad de Cambridge, donde la Fundación Bill y Melinda Gates becan a los premiados, entre ellos a nuestra paisana.
En la Universidad de Cambridge cursa estudios con la beca concedida por la entidad del fundador de Microsoft. También obtuvo en 2019, el Primer Premio Wonnow, a la excelencia académica y ha sido finalista nacional en el James Dyson Award, de ingeniería de diseño a nivel internacional.
“Durante mi doble licenciatura en Ingeniería Mecánica + Diseño Industrial y Desarrollo de Producto en la Universidad de Cádiz, desarrollé un interés en la sostenibilidad con respecto a mi responsabilidad futura en los productos de consumo cuya fabricación, uso y final de vida impactarán en nuestro ecosistema. Por este motivo, utilizo técnicas de diseño ecológico en mis proyectos, como el diseño de un radiante ergonómico infantil, un arco bulboso de naves para los astilleros de Navantia o ayuda técnica para ciegos (finalista nacional en el James Dyson Award).
| Carlota Armillas, flanquead por Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, y Pilar López, presidenta de Microsoft España, recogiendo el Premio Wonnow, becado con 10.000 euros.
Mi experiencia laboral en el grupo de I + D de INNANOMAT me ha enseñado lo difícil que es implementar estrategias de diseño ecológico, Como la rentabilidad económica a menudo parece ser la única preocupación. Sin embargo, creo que es mi deber como ingeniero utilizar mi creatividad para encontrar soluciones que tengan en cuenta las necesidades actuales (como la búsqueda de la equidad social) y los problemas (como la contaminación o el agotamiento de los recursos) además de los beneficios económicos.
Mejorar la vida de las personas es el objetivo de la ingeniería, pero creo que no lo estamos haciendo bien si nuestras creaciones implican consecuencias negativas para las personas o el ecosistema. Durante mi carrera en Ingeniería para el Desarrollo Sostenible, quiero aprender a hacer ingeniería no solo sobre números y datos, sino también sobre cómo cuidar nuestro ecosistema, la vida en la Tierra. Creo que es mi deber como ingeniero utilizar mi creatividad para encontrar soluciones que tengan en cuenta las necesidades actuales (como la búsqueda de la equidad social) y los problemas (como la contaminación o el agotamiento de los recursos) además de los beneficios económicos”.