David Fernández comparece esta noche en la Biblioteca Municipal R.E.Poullet a las 19:00 horas, con su novela histórica Como grano de mostaza, presentado por el escritor Pepe Mendoza. Nació el 5 de marzo de 1967 en El Puerto de Santa María, aunque vive a caballo entre San Fernando y Prado del Rey, donde trabajo como profesor de Historia. Realizó su tesis doctoral sobre la época de Pinochet usando el testimonio oral como fuente y más tarde investigó el papel de las Ligas Agrarias Cristianas en Paraguay.
Participó, también, como coordinador en el proyecto publicado con el título La memoria filmada. América Latina a través de su cine. Aunque David siempre ha intentado abordar la historia conjugando lo científico con lo ameno para el lector, se cruzó con vivencias y experiencias, que le reclamaban otro formato para ser comunicados. Así nació el libro Vasijas de carne, conjunto de relatos cuyo eje principal es la dignidad. Y tras él, vino otro volumen: la novela histórica Como grano de mostaza
David se inició en el mundo del conocimiento en la escuelita que tuvo Joaquín Corredera Andrés en la calle Larga; luego estudió en el Colegio La Salle (1973-1981), y el bachillerato en el instituto Muñoz Seca. Doctor en Historia, se licenció en Cádiz en la promoción 1985-1990.
| Cruce del Molino. 20 de noviembre de 1975.
Sus juegos de niño en la calle lo fueron en el Cruce del Molino, aunque sobre todo jugaba en el patio de su casa ante la atenta mirada de su madre, Elisa. Su padre, José, trabajaba en una contrata municipal. Es el cuarto de seis hermanos.
En el colegio de La Salle recuerdan que “jugaba al fútbol llegando a ser capitán de los Leones, en 5ºA. Después formó parte de la cantera del Zeppelin. Y, aunque debería ser del Betis, era de la selección de Holanda y de la Real Sociedad. Hacía buenas cuentas en los cuadernos Rubio y en caligrafía iba tres o cuatro cuadernos por delante de los demás. Cuando yo iba por el cuaderno 2 de silabeo él ya iba por el de rotulación miniada gótica. Le gustaba jugar al ajedrez”. En los ochenta estuvo en el Movimiento Autogestionario Cristiano.
Sinopsis 'Como grano de mostaza'
Siglo XVI. Juana, criada de varias señoras, hilo conductor de la novela, va forjando su identidad en el reverso de la historia oficial entre alumbrados que hacen del erotismo una condición más de su espiritualidad, comuneros que se niegan a aceptar un Imperio impuesto por un rey extranjero y erasmistas que propugnan el libre albedrío y la importancia de la razón frente al dogmatismo y las supersticiones. La trama, desarrollada en un estilo envolvente y cuidado, nos llevará desde la casa de Francisca Hernández, beata carismática y sensual, a la corte renacentista del marqués de Villena, pasando por la crueldad de las prácticas inquisitoriales, el entusiasmo de comunidades de enamorados que tenían como lema “ni reyes ni Papas” o la brutalidad de la conquista de América. Asimismo, hasta el final no se desvelará a quién le está contando Juana su historia. Y los motivos por los que lo hace. Inesperada revelación que dará sentido y coherencia a todo el conjunto.
Para David Fernández, Como grano de mostaza es "una novela histórica que tiene mucho que ver con la realidad actual y con el ser humano porque está escrita como si fuese una novela contemporánea. Creo que no hemos cambiado tanto en lo esencial a lo largo de los siglos".
El presentador del acto de esta noche, Pepe Mendoza, afirma: "Yo ya me la he leído. Cuenta una historia fascinante y está muy bien escrita. Y he aprendido muchas cosas. Por ejemplo: que el "pecho" no eran solo las glándulas mamarias, ni los "pecheros" unos grandes mamones, sino un tributo que campesinos y burgueses debían pagar a la autoridad. Que el XVI fue el siglo en el que se supo que el hombre producía millones de bichitos supersónicos, como el acuerdo entre Sánchez e Iglesias, llamados espermatozoides. Y que la batalla de Pavía no tuvo lugar en el Bar Ceballos, sino en la ciudad italiana que le da nombre, entre el ejército francés y las tropas germano-españolas. Y hasta aquí puedo escribir, que si no, no vais". | Texto: J.M. Morillo-León.