Las consecuencias del calentamiento global afectarán directamente a muchas comunidades en los próximos decenios, con graves e irreversibles consecuencias, tanto para el medio ambiente en general como para las personas. En la provincia de Cádiz dos de nuestras joyas naturales, el pinsapar de Grazalema y los extensos alcornocales del Sur están gravemente amenazados de desaparición. La reducción del recurso agua supone un grave riesgo, tanto para la biodiversidad, como para la agricultura y el abastecimiento urbano.
Ante la falta de compromisos ambiciosos dentro de las negociaciones internacionales, se hace necesario iniciar un cambio de modelo en consonancia con los límites del planeta, que debe basarse en un cambio radical en el modo de producir y de consumir. Por ello, instamos a los gobiernos municipales a la toma de medidas inmediatas y urgentes que logren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se producen en sus municipios, ya que es en los núcleos urbanos donde se generan un 70% de GEI.
Así, los municipios juegan un papel fundamental al poder convertirse en el pilar básico sobre el que se sustenten las medidas necesarias de freno del calentamiento global. Una actuación conjunta de las entidades locales puede conseguir un gran descenso de las emisiones causantes del cambio climático.
Por ello, Ecologistas en Acción presentaron una moción en una gran cantidad de ayuntamientos para ser discutida en sus respectivos plenos, a través de diversas fórmulas, para que de manera inmediata se empiece una planificación urbana que reduzca la huella ecológica de la Ciudad e inicie el camino hacia un modelo de ciudad basado en un horizonte 100% renovable y sostenible. Entre las medidas propuestas se encuentran: planes de movilidad sostenible que reduzcan el tráfico motorizado, reducción del consumo eléctrico, a través de medidas de ahorro y eficiencia energética, y fomento de las energías renovables.
En la provincia de Cádiz, junto a las emisiones difusas (tráfico, agricultura, residuos…), destacan también las de origen industrial, concentradas en el Campo de Gibraltar, cuyo máximo foco emisor es la central térmica de carbón de Los Barrios que expulsa al aire 2,5 millones de toneladas de CO2 cada año. Instamos al cierre de esta central, compensándola con medidas de ahorro y eficiencia, o sustituyéndola por energías renovables.
El tiempo de actuación para prevenir las peores consecuencias se agota, por lo que es imprescindible la toma de medidas urgentes, que no solo conseguirán evitar el colapso ambiental al que nos enfrentamos, sino que redundará en un incremento de la calidad de vida de la ciudadanía. | Fuente: Ecologistas en Acción.