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4.088. Sor Carmen Muñoz Seca. Sierva de María

Don Pedro Muñoz Seca es bien conocido y muy estimado por todos, pero hoy quisiera dedicarle unas líneas a una de sus hermanas, quizá la que más se le asemejaba en lo que al sentido del humor se refiere: sor Carmen Muñoz Seca. Tal día como hoy hace 35 años, en 1984, fallecía sor Carmen Muñoz Seca en su casa de Santa Cruz y rodeada de todas las hermanas

Que mejor que empezar los primeros renglones de su vida de puño y letra de don José Muñoz Césari, su tan querido padre, para quien acababa de nacer la que sería su mano derecha:

“El día 28 de junio de 1890 a las 7 de la tarde nació la 7ª (la 9ª de todos) niña en la casa calle Nevería 44, Puerto de Santa María. Se inscribió en el Registro Civil el 20 de dicho mes con el nombre de María del Carmen.

Se bautizó el Domingo 6 de julio a las 2 de la tarde por su tío Emilio con los nombres de María del Carmen, Emilia Leona de la Santísima Trinidad, siendo su padrino su hermano Paco, la madrina su hermana Ana, de vela Pedro y de sal Concha” 

| El número 44 de la calle Nevería en 1890, la primera casa de la izquierda.

Ya desde la cuna sorprendía a quienes la contemplaban por el azul de sus ojos y su rubio cabello. Su alegría ya asomaba de niña nutrida de esa vocación que desde muy temprana edad iba floreciendo en su interior y que la acompañaría hasta el final de sus días. Esa misma alegría y buen humor con los que hoy en día la recuerdan en su querida congregación de las Siervas de María queda reflejada en las palabras de las hermanas de su comunidad: 

“su carácter jovial, haciendo honor a su familia, diríamos en religiosidad y humor, pues cada vez que tenía un proceso agudo en su dolencia salía de la misma con alguna ocurrencia que a todas hacía reír en momentos en que todas estaban preocupadas de lo que pudiera suceder, ella sonriente y feliz decía: ‘me han devuelto’.”

| Santa María Soledad Torres Acosta.

Fundada el 15 de agosto de 1851 en Madrid por Soledad Torres Acosta y aprobada por el papa León XIII el 11 de julio de 1876, las Siervas de María Ministras de los Enfermos forman una Congregación religiosa católica cuya labor se centra en el cuidado de los enfermos, pero es con sus propias palabras como ellas mejor definen su inigualable misión:

Un cuerpo roto, dolorido y crucificado, enfermo y malherido, ante el cual no cabe sino la reverencia, la delicadeza y el cuidado más esmerado, porque es al mismo Cristo a quien asisten en todo enfermo: “Dios debe ser siempre el objetivo supremo de nuestro proyecto evangélico”

| Antiguo convento de las Siervas de María, en Jerez, hoy hotel.

La educación de Sor Carmen en la casa de las Siervas de María en Jerez de la Frontera pronto daría sus frutos, comenzando a brotar su vida religiosa ingresa en el noviciado de Madrid a los 33 años, edad con la que tomó el hábito el día de fin de año de 1923. Tras profesar tres años después, en enero de 1926, se traslada como organista a la casa de Granada, donde permanecerá poco más de cuatro años, tras los que marcha a Sevilla por unos meses. Hay que decir que su relación con la música es estrecha y diaria. Su formación desde joven y sus aptitudes musicales la hacen destacar en esta disciplina.

En 1931 realiza la tercera probación, periodo intensivo de formación previo a sus votos perpetuos, un año más tarde, y cuya experiencia disfrutaría en las casas de Azpeitia, Sevilla y Badajoz hasta mediados de 1933. A partir de entonces y casi durante una década desempeñó el cargo de consejera secretaria en las casas de Badajoz, Lisboa y Granada.

Regresa de nuevo a Badajoz como asistente, supliendo a la madre superiora y permanece allí de 1942 a 1945.  Más tarde y durante diez años, fue directora del Colegio Apostólico de Úbeda, que puede ser considerado un seminario para las jóvenes que en él estudiaban y descubrían su posible vocación. Aquí la tenían en muy alta estima, no en vano dicen las hermanas:

“Nuestra directora transparenta el amor de Dios y siempre tiene para cada una de nosotras la bondad de su palabra y la alegría de su sonrisa”. 

Sor Encarnación, Madre Provincial de Andalucía nos comentaba lo siguiente: 

“Ayudó a muchas jóvenes orientando en Úbeda sus primeros pasos vocacionales y hoy son unas excelentes Siervas de María gracias a ella”

| Sor Carmen, con las hermanas de su congregación, en Santa Cruz de Tenerife.

En junio de 1963 llega a Santa Cruz de Tenerife, en donde desempeña el cargo de consejera secretaria y celebrará sus Bodas de Oro años después. Éste será su último destino.

Sor Carmen fue una gran devota de la Santísima Virgen, así como de San José y del Corazón de Jesús. De esta forma la recordaban en su congregación: 

“Era frecuente verla con su gastado rosario en las manos rezando por la Santa Iglesia y por la Congregación”. 

Y como ella misma reconoce en una entrevista concedida a un diario local tinerfeño: 

“Sigo y he seguido la línea de Santa Soledad Torres, mi fundadora, madrileña maravillosa, alma de este instituto al cual me consagré”

| Capilla de las Siervas de María en Tenerife. | Foto: YoTenerife.

A su familia, a la que llevaba en el corazón, a pesar de la distancia no dejó de atenderla, preocupándose siempre por ella y procurando que la comunicación no cesara; esto responde al ser preguntada por la familia en el ya mencionado diario:

“Es muy grande. Tengo por toda España. Sobrinos en el Puerto de Santa María, en Jerez de la Frontera, Bilbao… A mis ochenta y siete años me escribo con todos.”

 Ya fuera por carta o por vía telefónica, lo importante era que no faltaban, por su parte, y sobre todo, para los que iban enfermando, sus palabras de aliento y esperanza,  que junto a su frescura y su gracia eran como bálsamo milagroso. 

Tal día como hoy hace 35 años, en 1984, fallecía sor Carmen Muñoz Seca en su casa de Santa Cruz y rodeada de todas las hermanas que así expresaron su partida: 

“Poco a poco ha ido desgastándose su vida al igual que una vela, con esa paz y serenidad de las almas grandes. Su vejez ha constituido la delicia de la comunidad, por su buen carácter y ocurrencias andaluzas, siempre riéndose, hasta de su sombra. Su partida deja un gran vacío en la comunidad, difícil de llenar.”

Tu sobrino bisnieto que tanto te encantaba por su cara de pillín, Juanito Manuel. | Texto: Juan Manuel Rodríguez Gay-Palacios (Juan de Winthuyssen)

| Mi más sincero agradecimiento a las Siervas de María, tanto en Tenerife como en Sevilla. En especial a Sor Encarnación, Madre Provincial de Andalucía, por su atención y cercanía, su fácil disponibilidad, teniendo en cuenta sus tareas, y por su interés en hacerme llegar toda la documentación. Sin esa amabilidad habría sido del todo imposible este pequeño homenaje a la memoria de Sor Carmen.  (JMRG-P)

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