Si digo Rafael digo Picasso,
cabello de ángel, gorro marinero,
Ignacio, Federico, Garcilaso,
Aitana, Benjamín, García Montero.
Si escribo cal y canto, ¡qué osadía!,
si Trastévere... casa de las flores,
no pasarán quiere decir Dolores,
si náufrago pernocto en tu bahía.
Si te falla mi hombro es porque muero,
si nombro a Juan abrazo al panadero
del pan de anís de la melancolía.
Si te desvives culpo a tu asesino,
si calla Alberti se avinagra el vino
del bar del Puerto de Santa María.
Del libro “Ciento volando de catorce”, de Joaquín Sabina