Guillermo Gómez Nieto nació el 27 de octubre de 1849 en El Puerto de Santa María. Mártir en las Filipinas, 'murió curando'. Su padre, Francisco, era natural de Villa del Río (Córdoba) y pertenecía al ejercito, ejerciendo de profesor de equitación en el regimiento de Artillería establecido en la Ciudad en el lugar que hoy ocupa el Teatro Municipal en la plaza del Polvorista. Su madre, Amalia Nieto López, por el contrario, era natural de El Puerto y se conocieron cuando a Francisco lo destinaron a nuestra localidad.
| Cuartel de Artillería en la plaza del Polvorista. A la derecha, en la calle Sol, tuvieron su vivienda.
Vivieron unos años en el antiguo número 19 de la calle del Sol (anexo al propio cuartel), donde un año antes que él había nacido su hermano Ildefonso, pero ante un nuevo traslado paterno, la familia se estableció en Sevilla. Estando en la capital hispalense, y a la edad de 12 años, en septiembre de 1861, Guillermo se matriculó en el Instituto para hacer el Bachillerato en la modalidad de Artes, completándolo con brillantes notas.
En el curso 1868-69 se fue a Cádiz a estudiar Medicina, mientras su hermano mayor ingresaba en el ejército. En 1871 aprobó Guillermo el Grado, y en enero de 1872 aprobaba los tres ejercicios para obtener la Licenciatura en Medicina y Cirugía. Finalmente, en septiembre de 1874, con el título debajo del brazo, ingresó en la Armada, donde desarrollaría su carrera como médico de la Marina. En ese momento, su padre Francisco, ya viudo, vivía en Sevilla con su hijo Ildefonso, aún soltero, que había alcanzado el grado de teniente de Caballería con 27 años de edad.
| Mapa de Filipinas. Autor: Ramón F. Prats. 1887.
Guillermo fue destinado a las Filipinas en un periodo muy grave y complicado de insurrecciones contra la metrópoli y en una zona donde azotaba con frecuencia virulentos brotes de cólera asiático o cólera morbo. En concreto, Guillermo Gómez Nieto comenzó siendo el segundo médico de la División Naval del Sur en la zona de Zamboanga (al sur de la isla de Mindanao, archipiélago de las Filipinas), para alcanzar el puesto de médico primero durante el verano de 1882.
| Zamboanga. Isla de Mindanao. Filipinas.
Sin saber a ciencia cierta si tuvieron algún tipo de contacto o conocimiento personal, el caso es que otro marino e inventor ilustre que tuvo relación con El Puerto, Isaac Peral, coincidió en las Filipinas con Guillermo. El cartagenero Isaac Peral Caballero ascendió a Teniente de Navío el 21 de Julio de 1880 y el 20 de mayo de 1881 fue destinado al Apostadero de Filipinas, presentándose en el Arsenal de Cavite. Pero la mayor casualidad se dio cuando el 15 de noviembre de 1881 tomó posesión del mando del cañonero Caviteño, con base en Zamboanga, donde ya se encontraba Guillermo Gómez en el Hospital Militar, y asumió la jefatura de la «División Naval Sur». Por tanto, no es descabellado que en alguna recepción oficial ambos marinos se conocieran.
Después de la epidemia de cólera del otoño de 1863, la que asoló el archipiélago en 1882 fue la más devastadora. Comenzó siendo un brote que prendió en el mes de mayo en el pequeño archipiélago de Joló, al sur de Zamboanga, pero en poco semanas se convirtió en grave epidemia que llegó al sur de Mindanao a finales de junio. En realidad, el vehículo de transmisión de la misma fue el barco en el que las autoridades de Joló, con total desconocimiento e imprudencia, enviaron a la guarnición militar de la ciudad, ya infectada, con destino a Zamboanga. En la travesía falleció un soldado, ocultándose el verdadero diagnóstico -«murió de anemia»- y a los pocos días del desembarco en el muelle de la ciudad, toda ella estaba invadida por el cólera.
Como es de suponer, el Hospital Militar se convirtió en aquellos terribles días en un centro desordenado y caótico, donde además de a los soldados y marinos españoles, hubo que atender a la población local que estaba siendo diezmada por el bacilo colérico. Y aquí entró en escena el médico Guillermo Gómez, que se desvivió en sus cuidados, y que, atendiendo día y noche a los enfermos afectados de cólera, contrajo él mismo la enfermedad. A pesar de ello, la generosidad y humanidad del portuense hizo que continuara prestando asistencia hasta que final y fatalmente empeorara, falleciendo el día 20 de julio de ese año de 1882, a los 32 años de edad.
Siguiendo con Isaac Peral, terminar diciendo que éste cesó en el mando el 25 de octubre de 1882, tras caer enfermo también de cólera y regresando a España en 1883.
En un boletín de Medicina Naval de 1883, su compañero Benito Francia le dedica el siguiente epitafio, que resume la verdadera vocación de este portuense ilustre: «Murió curando».
| Guillermo Gómez Nieto | Museo Naval de El Ferrol.
Por último, el Comandante General de Filipinas, Teniente General Emilio Terrero y Perinat, en escrito al Ministro de Marina el 7 de agosto de 1882, exponía:
«Con el más profundo dolor tengo la honra de participar a V.S. que a las once de la mañana del día de hoy 20 de julio ha fallecido de cólera asiático el médico de la División Naval del Sur Don Guillermo Gómez Nieto, víctima de su abnegación y de su celo, llevados a un grado eminentemente heroico en el cumplimiento de sus deberes; también cumplo a mi deber hacer presente a V.S. que enfermo hacia algunos días, este brillante oficial médico de la Armada, continuó en su puesto, sin querer darse de baja, hasta ser acometido con rudo golpe de la misma epidemia que con tanta decisión, energía y caridad venia combatiendo».
Es de justicia que la población portuense conozca la historia de este paisano, médico del Cuerpo de Sanidad de la Armada que dio su vida por los demás.
| Cenotafio-Monumento hoy en el patio del Museo Naval de El Ferrol, que permaneció en el Hospital de Marina de Cañacao, al norte de Cavite (Filipinas), desde su inauguración en 1889. | Museo Naval de El Ferrol.
En el patio del Museo Naval de El Ferrol (aunque estuvo muchos años en el jardín del antiguo Hospital Naval) se puede contemplar un cenotafio-monumento en recuerdo de varios oficiales del Cuerpo de Sanidad de la Armada que murieron en las Filipinas. Pensado en un primer momento como homenaje de sus compañeros al primer médico Enrique Cardona Miret, muerto trágicamente durante una insurrección en Ponapé en 1887, posteriormente se grabarían en el mismo los nombres de otros médicos mártires, entre los cuales se encontraba Guillermo Gómez Nieto, cuya historia hemos pasado brevemente a reseñar. | Texto: Manuel Almisas Albendiz
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| Agradecimientos a las archiveras Ana Becerra Fabra (Archivo Histórico Municipal de El Puerto) y a Rosario Marín Alfaro (Archivo Histórico de la UCA).
Bibliografía y fuentes consultadas:
- Roca Núñez JB, Roca Fernández FJ, Garvi López M, Roca Fernández JJ. Historia de la Medicina. La Sanidad de la Armada española en la segunda mitad del siglo XIX. pp. 88-89. Martínez Encuadernaciones. Puerto Real (Cádiz), 2015.
- Roca Núñez Juan B. El Hospital Nuestra Señora de los Dolores de Cañacao en Filipinas. Págs. 53-59. En Revista General de Marina, enero-febrero 2018. Ministerio de Defensa, Madrid.
- Juan Regodón Vizcaíno. Contribución al estudio de la medicina en las islas Filipinas en la segunda mitad del siglo XIX (Tesis doctoral). Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1990.
- https://humanidadesymedicina.blogspot.com/2017/07/
- https://myblog-arnaiz.blogspot.com/2013/04/fwd-cenotafio.html
- Padrones municipales del Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María
- Padrón Municipal del Archivo Histórico Municipal de Sevilla.
- Expediente personal en el Archivo Histórico de la Universidad de Cádiz (UCA)
Se sabe si éste ilustre médico, fue el autor del del juguete cómico en un acto y en verso "Por fin atrapé un marido", editado en Madrid por los Hijos de A. Gullón, en 1880, que tiene aprobación, datada en Manila el 30 de diciembre de 1878 ??
Desconocía totalmente a este ilustre paisano, gracias al invstigador