Por aquel entonces, José Peinado Herrera, ‘Chaparro’, quien fuera gran precursor de los aparcadores de coches en El Puerto --nada que ver con los guarda coches de la ANIC, (Asociación Nacional de Inválidos Civiles)-- y posteriormente trabajara para el Ayuntamiento de lacero de perros vagabundos, iba a diario al desaparecido carrillo de Severo, siendo el encargado de acercarse al Bar ‘La Concha’, situado en los bajos del también desaparecido Teatro Principal, en la esquina de La Placilla, donde hoy se encuentra una entidad Bancaria, la Caja Rural, y pedir café o refrescos para los jugadores de las partidas de dados, que durante algunos veranos por las tardes organizaba Juan Leiva Morón, ‘Juanito Severo’. | Chaparro. Foto: Colección Miguel Sánchez Lobato.
De aquellos jugadores de dados, sigo recordando a Ramón Arana Pino, ‘El Feo’, que desapareció en alta mar un lunes día 30 de marzo de 1987, cuando navegaba a bordo del pesquero ‘Calpe Quintans’. ‘El Feo’, que vivía en la calle Cantarería, era hijo de Vicente, de profesión zapatero remendón, que trabajaba en la zapatería que dirigía Palacios, situada en calle San Bartolomé, entre la Barbearía de Picazo y la Hojalatería de Trujillo. Ramón, mi amigo,
‘El Feo’, que también frecuentaba el salón de juegos de Manuel Caballero Bazo, en la calle Palacios, fue uno de los mejores jugadores de billar, siendo muy celebrados los desafíos que mantenía con el encargado del local, Luis Cuellar ‘El Pato’, donde en muchas ocasiones el griterío animoso del vendedor de los números ‘de los ciegos’ (ONCE), Antonio Rodríguez Bruqué, ‘Tonino’, se oía hasta en las calles próximas al local.
| Fotografía de la calle Palacios, donde en los inicios de los 60 estaba el Salón de Juegos de Manuel Caballero Bazo. Desde la gran puerta de madera, ‘Tonino’, con su vozarrón jaleaba animosamente a los jugadores de billar. | Texto: A.C.