| Javier Merello y Enrique Pedregal, los dos últimos alcaldes del periodo pre democrático en los Ayuntamientos.
Con el fallecimiento del dictador Franco y ya metidos de lleno en la transición política, empezaron a cambiar algunas normas políticas que contemplaba la elección de los alcaldes por los concejales, que hasta ahora habían sido designados de forma directa por el Gobernador Civil. En El Puerto de Santa María se presentaron para dicho cargo Manuel Martínez Alfonso Manuel Martínez Alfonso y JavierMerelloGaztelu, siendo elegido el primero el 1 de febrero de 1976. Manuel Martínez Alfonso dimitió el 28 de octubre de 1977, ocupando JavierMerello --que ya era Primer Teniente de Alcalde-- la alcaldía desde el 3 de noviembre de 1977 hasta su prematuro fallecimiento el 15 de octubre de 1978, a punto de cumplir 50 años, viviendo un corto pero intenso mandato, en el que las circunstancias de la transición política del país marcaron la pauta, iniciando conversaciones con los partidos políticos, centrales sindicales y asociaciones de vecinos, facilitando información e invitándoles a colaborar con el Ayuntamiento. Abrió las puertas del Consistorio a las fuerzas progresistas de la Ciudad que ya empezaban a mostrarse sin tapujos tras los cambios políticos que se estaban produciendo. Su casa era un continuo ir y venir de personas a las que atendía sin reservas, según recuerda la familia.
| Javier Merello durante la Fiesta del Turismo 1978, con las misses y damas elegidas.
No participaba de la opinión de su predecesor, Enrique Pedregal, concejal desde 1973 por el Tercio Familiar, que hoy goza de una buena salud a sus 88 años. Gobernó durante apenas siete meses y fue el alcalde efectivo de la transición del antiguo al nuevo régimen en los Ayuntamientos. En aquellos siete meses recordabaque se daría licencia al Casino Bahía de Cádiz, se remodelarían las Plazas del Polvorista y de la Herrería y administraría los escasos recursos de que disponía en una institución abocada al cambio. Se pasaba el día en el Ayuntamiento y es que se llegaría a conocer el funcionamiento de la casa, por dentro. Permanecería en el cargo hasta las elecciones municipales que trajeron los ayuntamientos democráticos con la elección de Antonio Álvarez Herrera el 19 de abril de 1979.
| El Palacio de Reynoso Mendoza, sede del Ayuntamiento en 1979.
Hacía 33 que no se celebraban comicios locales democráticos en España y todo eran incógnitas y dudas sobre quien ocuparía el sillón de primer edil en el Palacio de Reynoso Mendoza --la Casa Consistorial--, en la plaza del Polvorista. La marca UCD, apoyada en el liderazgo de Adolfo Suárez como motor de la transición, no pudo alcanzar la mayoría absoluta con Victor Unzueta Gabiola a la cabeza (ver nótula núm. 1.597 en GdP) y un gran pacto de la izquierda a nivel andaluz –precedido por otro a nivel nacional tras una reunión mantenida por Felipe González por el PSOE y Santiago Carrillo por el PCE-- le dio la alcaldía al Partido Comunista con Antonio Álvarez Herrera (ver nótula núm. 362 en GdP) al frente de la Corporación Municipal.
La UCD (Unión de Centro Democrático) fue la formación más votada en abril de 1979, con 4.902 votos, obteniendo ocho concejales, sin embargo no le permitió obtener la mayoría absoluta, viendo como un pacto entre las tres fuerzas de izquierda que entraron en el Ayuntamiento le daban la alcaldía a Antonio Álvarez. Los comunistas encabezaron un tripartito con 4.081 votos 7 concejales, el respaldo de los 3.368 votos y 5 concejales del PSOE y los 2.803 votos y 4 concejales del PSA. Una decisión que pagó a nivel global el Partido Socialista de Andalucía cuatro años después, en las municipales de 1983, pero especialmente en El Puerto de Santa María, llegando a no figurar en la Corporación Municipal, apareciendo y desapareciendo de la misma, conforme fueron avanzando los años y los mandatos municipales, reconvirtiéndose más tarde en Partido Andalucista. Fuera del gobierno se quedaba también Coalición Democrática, integrado entre otros por la Alianza Popular de Manuel Fraga, con Manolo Moreno Romero como único concejal de dicha formación en El Puerto y 936 sufragios. Quedaba fuera del Palacio Municipal el PTA (Partido del Trabajo de Andalucía), con 116 votos y 0 concejales. /En la imagen de la izquierda, resultados de los escaños por partidos políticos en 1979.
Antonio Álvarez ejercería como alcalde durante dos años y cuatro meses, entre abril 1979 y septiembre de 1981. Durante aquel periodo, inexperto y convulso, pero ilusionante, Álvarez lideró grandes logros: la creación de los Museos Municipal y el de Alberti, la recuperación del Palacio de Araníbar, para sede de Justicia, el Plan de Depuración Integral de vertidos de la Ciudad, el traslado de la Feria a su actual Recinto de Las Banderas, y las aprobaciones iniciales de las diferentes variantes de las que hoy, 36 años después, disfruta El Puerto, amén de los primeros pasos para el desdoblamiento de la antigua Nacional IV. “Los acreedores como Sevillana de Electricidad o la Confederación Hidrográfica, nos exigían el pago de sus deudas, para poner trabas a la labor de los ayuntamientos del PCE, como el de El Puerto. Tuve que pedir préstamos para salir del primer trance” afirmaba Álvarez. /En la imagen de la izquierda, Antonio Álvarez Herrera.
Antonio Muñoz Cuenca (ver nótula num. 069 en GdP), recuerda hoy, a sus 77 años como era aquel gobierno tripartito, del que formó parte con 42 años, repleto de ilusión y ganas para transformar El Puerto. Fue concejal de Cultura –en el pacto de las izquierdas el PSA se hizo cargo en Andalucía, en las ciudades donde sacó representación, de dicha concejalía--. “Era el estreno en democracia de un Ayuntamiento nuevo. Al principio estábamos todos muy unidos, nos ayudábamos. Todo eran ideales, éramos idealistas al cien por cien. Íbamos a arreglar el mundo, El Puerto, … a descubrir un mundo nuevo. Y luego, poco a poco, aquella ilusión se fue diluyendo. Llegaron las rencillas, algunas por cuestiones ideológicas". /En la imagen de la izquierda, Antonio Muñoz Cuenca.
Un claro ejemplo del encontronazo en los partidos del tripartito fue la postura en contra de Puerto Sherry del PSOE, escéptico ante los 1.000 puestos de trabajo que prometían y que el PCE ya con Rafael Gómez Ojeda en la alcaldía, (ver nótula núm. 488 en GdP), apoyaba”.
La realidad fue que los puestos de trabajo, no alcanzaron ni al cinco por ciento de las promesas.
Y continúa Muñoz Cuenca: “Otro ejemplo de aquellas diferencias fueron, a nivel interno del PSA, cuando se aprobaron las obras de remodelación de SAFA-San Luis. Algunos profesores de dicho centro militaban en el PSA y la disyuntiva era el derribo o la reforma del colegio, decantándose la municipalidad por esta última”. Pero si algo recuerda con agrado Muñoli es la unión que hubo en la Ciudad y sus políticos, contra el cierre de la Clínica del Dr. Frontela, hoy Santa María del Puerto, con manifestaciones, paros y hasta se llegó a inmovilizar el ferrocarril. Todavía cuando se ve con sus antiguos compañeros de corporación, Rafael Gómez Ojeda, Ana Perea España o Manolo Espinar Galán, recuerdan con ilusión como fueron aquellos primeros años de los ayuntamientos democráticos y de tripartito. /En la imagen dela izquierda, Rafael Gómez Ojeda. Debajo, Manuel Pacheco Albalate.
Manuel Pacheco Albalate formaba parte de la candidatura de UCD, como independiente junto a Antonio Ariza, ambos profesores. "Nosotros sabíamos que si no obteníamos mayoría absoluta no gobernaríamos en El Puerto". Pronto abandonarían la política, apenas a los seis meses, por su desacuerdo con que primaran antes los intereses del partido a los de la Ciudad. Se las vieron y desearon para formalizar la renuncia, algo que no estaba recogido en la Ley Electoral de aquellos años. "Recuerdo que hubo muchos desacuerdos en aquel tripartito".
Paco Lara Fernández formó parte del gobierno tripartito por el PSOE. “Entramos todos con ilusión, todos con entrega y todos con vocación de servicio, aunque sin experiencia, en un mundo nuevo para todos, pero sabiendo que entrábamos en un sito donde se podía cambiar la sociedad y la Ciudad. Para nosotros era un incentivo diario ver como se iba transformado El Puerto poco a poco. Hay que recordar que en 1979 existían en El Puerto muchas calles sin asfaltar y mucha infravivienda: Las Carrales, el Vietnam y otros núcleos desfavorecidos. Mediante la gestión de todos se pudo eliminar y cambiar esta lacra”.
Lara recuerda algunas gestiones en las que intervino directamente, como la adquisición de la Casa de Rafael Alberti y las casas palacio de Valdivieso y Aranibar, hoy sedes de Urbanismo y Turismo, respectivamente. Y abunda. “Me siento especialmente orgulloso de que pudiéramos sacar adelante algo que no se veía, pero que era fundamental para la transformación de El Puerto: el Plan de Saneamiento Integral de la Ciudad. Todos los concejales teníamos claro que el dinero de los ciudadanos era para los ciudadanos y lo invertíamos como si fuera nuestro, devolviendo a El Puerto lo que El Puerto nos mandó administrar”. /En la imagen de la izquierda, Paco Lara
De su truncado paso por la Alcaldía lamentaba Antonio Álvarez en 2006 “especialmente no haber podido llevar adelante el PGOU, que podía haber estado listo a principios de los 80. Con un Ayuntamiento estable el plan hubiera salido con prontitud y la ciudad llevaría años por adelante porque inversiones que pasaron a otros pueblos se hubieran quedado aquí.”
El que fuera primer alcalde constitucional, además de enamorado de El Puerto, comprendía que, “pese a los vaivenes de la política local, la ciudad sale airosa porque tiene lo que le falta a localidades de su entorno. Tiene mar, que no tiene Jerez o tiene espacio, que no tiene Cádiz”. /Gráfico de resultado de votos por partidos en El Puerto.
El abogado porteño García Romeu reflexiona sobre el momento político por el que atraviesa la Ciudad: “Pienso que los cambios son buenos, pienso que el rencor es malo, pienso que las ciudades crecen siempre sobre los peldaños que dejamos atrás, pienso que si rompemos los peldaños porque no nos gusta el color, el grosor o su tacto, siempre estaremos al principio de la escalera, mirando arriba pero sin ascender y sin llegar jamás a un objetivo. No es bueno gobernar solo porque otro no gobierne, es bueno gobernar porque hay ideas nuevas. Espero que la sensatez, el trabajo y la lealtad sean los objetivos de todos los que tienen nuestro destino en sus manos”.
En abril de 2009, se cumplieron 30 años de los ayuntamientos democráticos. Algunos concejales de aquella primera corporación se retrataron, a instancias de Diario de Cádiz, ante el retrato de Antonio Álvarez Herrera, en la galería de alcaldes. De izquierda a derecha su sucesor, Rafael Gómez, del PCE, Paco Lara y Maria Angeles Fernández Cortabarría, del PSOE, Manuel Pacheco Albalate, de UCD, Manolo Moreno de Coalición Democrática y Antonio Muñoz Cuenca, del PSA. /Foto Andrés Mora.
Han pasado 40 años de aquel tripartito y esta semana la Corporación Municipal que empezó el mandato en un tripartito de izquierdas en 2015, pasando luego a un bipartito hasta el pasado lunes, es gobernada en solitario con los seis ediles del PSOE a apenas dos meses de las elecciones municipales el próximo 26 de mayo.