| Con esta juventud, empezó la historia del Castillo de Doña Blanca. De pie, de izquierda a derecha, tres obreros de las excavaciones, Emilio, Salvador Fernández Barberán y Antonio Valencia; Paloma Cabrera Bonet, en la actualidad conservadora jefa del Departamento de Antigüedades Griegas y Romanas del Museo Arqueológico Nacional de España. Doctora en Arqueología, especialista en arqueología griega; uno de los obreros, Valencia padre, las arqueólogas Carmen Jorge, Fabiola y Maicha, y el director e impulsor de las excavaciones, Diego Ruiz Mata, entonces profesor de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, hoy Doctor en Arqueología y Catedrático de la Universidad de Cádiz. Agachados, Fernández Bermúdez quien, con el tiempo, sería contratado por la Junta de Andalucía como el primer guarda del yacimiento. La arqueóloga Coronada, natural de Villafranca de los Barros; el que llegaría a ser restaurador del Museo Arqueológico Municipal, Juan José López Amador, José Ignacio Delgado Poullet, en la actualidad trabajador de la concejalía de Patrimonio Histórico; José Antonio Ruiz Gil, hoy profesor de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación y en Geografía e Historia y Doctor en Arqueología; y Rosalía González Rodríguez, Directora del Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera, en 1979 se licenció en Prehistoria y Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid. | Foto: Enrique Pérez Fernández | Colección: Diego Ruiz Mata. Agosto de 1981.
La foto anterior de grupo muestra el equipo completo de arqueólogos (agosto de 1981). El equipo se componía de un director, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, siete licenciadas a las que agradezco sus competencias, sus esfuerzos y entusiasmo, y un estudiante por entonces en esta universidad. Hoy son competentes profesionales reconocidos.
| El catedrático Diego Ruiz Mata con algunos miembros de su equipo de investigación, Verónica Gómez, Séfora, Carmen Marta --faltan dos investigadoras-- en el Congreso Internacional del Centro de Estudios fenicios y Púnicos celebrado en Cádiz en 2018. | Foto: Colección Diego Ruiz Mata.
Si se compara con la foto de 2018, podrá advertirse que han cambiado los nombres y las personas, pero el equipo se sigue sustentando por mujeres, como siempre he hecho por convencimiento y eficacia profesional.
Hoy, cuando escribo este texto breve, sentido y tan elocuente, co dirijo tres tesis doctorales a tres excelentes y trabajadoras arqueólogas. Y con ellas escribo varios libros sobre el Castillo de Doña Blanca. Al menos, me ha proporcionado la satisfacción del conocimiento y de que el Castillo de Doña Blanca sea conocido en cualquier universidad o centro de investigación. Y por supuesto, publicaciones y libros. ¿Qué más puedo pedir?. Queda una cosa: compartir. Nihil novum sub sole. | Texto: Diego Ruiz Mata.
Una ligera rectificación sin importancia. La foto de la campaña de 1981 la saqué yo. También estuve ahí.