El 8 de marzo se celebra la festividad de San Juan de Dios (1495-1550), patrón de los Bomberos y las Enfermeras y en especial del Cuerpo de Bomberos de El Puerto de Santa María, que los invocan como su patrón. En la iglesia donde se ubica la Hermandad de los Afligidos se encuentra una imagen de San Juan de Dios, en el pasado hospital regentado por la hermandad de la Santa Caridad y capilla que fue del hoy inactivo Hospital Municipal, edificio que hoy aparece cerrado, salvo por la actividad que desarrolla la citada hermandad.
En la sede canónica de la portuense Hermandad de los Afligidos se encuentra a la veneración de los fieles una imagen de San Juan de Dios debido a que durante muchos años, fue la Capilla del Hospital Municipal, denominado “Hospital General de San Juan de Dios”, encomendándose a su intercesión los enfermos y personal de dicha institución sanitaria.
También tiene especial relación con el Cuerpo de Bomberos de nuestra ciudad, que lo invoca como su Patrón. Este hecho es debido a que durante un incendio producido en el hospital que había fundado en Granada, San Juan de Dios sacó en sus propios brazos a todos los enfermos. Y aunque tuvo que meterse muchas veces entre las llamas, milagrosamente salió completamente ileso.
San Juan de Dios nació en Portugal, el año 1495, aunque desde pequeño vivió en España. Su juventud estuvo llena de aventuras: en pocos años fue pastor, soldado, vendedor ambulante, dueño de una pequeña librería… Cuando tenía 44 años, escuchó en Granada un sermón de San Juan de Ávila que le conmovió profundamente y cambió su viva. Tomado por loco, experimentó la triste condición de los enfermos mentales, y desde entonces se dedicó totalmente a recoger y cuidar a estos enfermos y a otros marginados de la sociedad, mendigando comida para ellos y ayudándoles en su vida y en su muerte. Se le fueron juntando cristianos que querían compartir con él esta labor: de ahí nació la orden religiosa que hoy se llama “Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios”, y que atienden a tantos enfermos en hospitales y sobre todo en centros de enfermedades mentales. Murió en Granada, en 1550, a los 55 años de edad. | Texto y fotos: Hermandad de los Afligidos.
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En ese hospital nunca hubo un convento. Fue hospital regentado por la hermandad de la Santa Caridad. Nunca estuvieron en el los juandedianos.