3.836. Como nos veían en los periódicos hace 150 años

Hace 150 años, en 1858, el año en que se arrojó al Océano un cable con una extensión de 3.800 kilómetros para comunicar este continente con el americano, a El Puerto de Santa María se le mencionaba y aparecía en las revistas y periódicos nacionales, básicamente, por tres temas: vinos, toros y política. 

Publicaban en el periódico madrileño “La Época” que el negocio del vino continuaba encalmado en toda la península, mientras que las exportaciones de vinos de Jerez de la Frontera y de El Puerto de Santa María a puertos extranjeros en el pasado año de 1857, en botas de 30 arrobas de capacidad, había sido de 50.720 botas, cantidad que calculando su precio medio en 100 pesos fuertes cada una, puestas en la Bahía de Cádiz, suponía una facturación superior a diez millones de reales de vellón, exactamente a cantidad de 10.141.099 reales y 30 maravedís.

En otros periódicos de la capital también localizamos referencias al negocio vitivinícola local: “En julio, los extractores de El Puerto exportaron casi 20.000 arrobas, la tercera parte de dicha cantidad, enviada directamente a Londres.”; “La exportación de los vinos “Jerez” en el mes de octubre, de bodegas de El Puerto fue de 934 botas” superando en esta ocasión y en este periodo, octubre de 1858, en cien botas a las exportadas por las empresas jerezanas.

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Las ganaderías portuenses que lidiaban en Madrid aparecían referenciadas en la prensa. Este año de 1858 figuró en varias ocasiones la de Miguel Martínez Azpillaga, cuyos toros lucían divisa encarnada y celeste. Este importante ganadero local,  se inició muy joven, en 1830, comprando una punta de reses de la también ganadería local de Manuel Gallardo, descendiente de los Hermanos Gallardo, Francisco y Rafael, que prestigiaron y mejoraron la ganadería que creó un cura roteño, Marcelino Quirós, cruzando vacas bravas andaluzas con toros navarros, mediado el siglo XVIII.

En la fecha que contemplamos, el ganadero Miguel Martínez era un maduro solterón que vivía con dos criados en el caserón de la calle San Juan, esquina con la de Cruces. Su ganadería pastaba en la extensa finca conocida como “Las Quinientas”, en el término de Jerez. Años después vendería la ganadería a la Viuda de Larraz.

Otra noticia destacada en numerosos periódicos fue la grave cogida de “El Tato” en el coso portuense en una corrida que se celebró el 23 de julio de ese año. Y la noticia pintoresca la localizamos en el periódico madrileño “La Esperanza” del 25 de septiembre, en el que informa de la creación de una “nueva suerte” de matar, a la que bautizan como “la lotería”

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Antes de pasar al tercer bloque, para finalizar, indicar que localizamos una breve nota en el periódico “La España” del 26 de mayo que decía textualmente: “Las fuerzas del orden de El Puerto de Santa María se apoderaron de un criminal, autor de robo y asesinato” sin que hayamos podido encontrar más información al respecto. En otra gaceta editada en Madrid, “El Museo Universal” del 30 de junio, dentro de una amplia reseña crítica de la exposición de productos de la provincia de Cádiz, destaca escuetamente “la obra de calzado del Sr. Pastor, de El Puerto de Santa María”.

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El tema de las elecciones ha sido polémico y enfollonado en El Puerto en diversas ocasiones, la más difundida y conocida es la del candidato Isaac Peral, pero hay muchos “pucherazos” contrastados en la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Este año de 1858 hubo elecciones a diputado nacional, y El Puerto era uno de los cuatro distritos de la provincia que debían elegir a uno. De este tema se hacían eco casi todos los periódicos. Nosotros hemos revisado cuatro publicaciones: “La Época”, “La España”, “El Clamor Público” y “El Correo de Cádiz” para hacer un resumen y ofreceros algunos recortes donde los propios gacetilleros “arriman el ascua” a sus intereses políticos.   

Había tres candidaturas, que citan solamente por su apellido: los Sres. Barca,  Llorente  y Laffitte, este último, Rafael Laffitte Laffitte, era un hacendado de origen francés, avecindado en El Puerto después de regresar de La Habana, donde hizo fortuna. Estaba casado con la canaria María del Carmen Méndez. Labró el magnífico edificio de calle Larga, esquina con Luja, que aún se cita con su nombre, que fuera sede de dos instituciones religiosas femeninas en el siglo pasado, las Corazonas y las Salesas Reales.

Propuesto como candidato por su partido, la Unión Liberal, desconfiaba del apoyo que recibiría en los comicios y, efectivamente, aunque fue a una segunda vuelta, a la que pasó por solo un voto, los resultados no le favorecieron, y no salió elegido.

| Francisco Barca y Corral, quien también fue embajador de España en EEUU, donde se suicidó, retratado por José María Romero López. Ronda (Malaga) Colección particular

Los votos obtenidos por los tres candidatos fueron, en el 1º día Francisco Barca, 79; Rafael Laffitte, 74 y Alejandro Llorente, 72. El 2º día –debió haber algún toque a los electores- la diferencia se hizo más notable, sacando 29, 11 y 12 votos, respectivamente, quedando clasificado en primer lugar el Sr. Barca, con 108, Laffitte segundo con 85 y Llorente tercero con uno menos.  La segunda vuelta no tuvo color, pues Barca arrolló con 131 votos a Laffitte, que solo obtuvo 70. Algo raro debió estimar el perdedor porque la sesión del Congreso de los Diputados del 11 de diciembre se ocupó todo el día, hasta las siete y media de la tarde-noche, en que finalizó, de las actas de las elecciones de El Puerto de Santa María y otros tres pueblos más, aunque no prosperó la reclamación y fue confirmado como diputado electo el joven Francisco Barca Corral, nacido en Puerto Real, (tenía 27 años) que mantuvo durante veinte años ese cargo, fue Director General de Administración y tuvo un trágico final, pues nombrado embajador en Estados Unidos en 1881, dos años después, en 1883, se suicidó en Nueva York. | Texto: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía.