Seguramente, en un formato de periódico parecido al Diario de Cádiz, José Montero Alonso describía así hace 137 años, El Puerto de 1881: "La vida es áspera, difícil. Están muertos los negocios, y de aquella antañona riqueza del Puerto de Santa María apenas queda nada. Algo da la pesca, algo da el vino. Pero no es ya aquella vida floreciente de otro tiempo. Ahora, las bodegas vacías, en inactividad, llegan a veces a comprarse por el importe de las vigas en ellas empleadas". | Foto: Castillo de San Marcos.
| Imágenes antiguas de la mezquita de Al-Qanatir, en la primera mitad del siglo XX, antes de ‘reinventarse’, con las columnas romanas al fondo y el mihrab, la sala de oraciones e inscripciones árabes en una puerta. | Archivo Luis Suátez Ávila. Descripción: Enrique Pérez Fernández y Juan José López Amador.
65 años mas tarde, el periodista y poeta Mariano López Muñoz describía así en papel de periódico antiguo a nuestra Ciudad, en 1926, hace 92 años: "Se vive en El Puerto paladeando amarguras, se sale de él con los desengaños agobiadores sobre los hombros; pero se le sigue amando, aunque los corazones destilen gota a gota la desilusión. Cada cual camina a su paso y con su opinión… o sin ninguna. El Puerto campesino y marinero, señorito y gitano, soñador a ratos, creyente pocas veces, escéptico y frío casi siempre… El Puerto cuyas riquezas llegan y se deshacen, como la espuma del oleaje en la playa, mientras los gatos del Resbalón van entrando con cautela y se llevan lo que pueden…"
El texto de arriba está escrito en la Revista Cruzados en 1953 por Manuel Martínez Alfonso. El mismo que, hace hace 53 años escribía en la desaparecida publicación local, con ambiciones de bahía de Cádiz: 'La Voz de la Bahía', en 1965: "El Puerto ha sido honrosamente conocido como ciudad de muchos palacios. Hoy nos podemos gloriar tan sólo de sus ruinas. Y para colmo de males, ruinas afeadas con calamocha hasta tal punto, que preferimos que los forasteros no se den cuenta de su existencia" .
Ninguna novedad bajo el sol de El Puerto; la derrota, el desánimo, son cíclicos: es una parte del espíritu del portuense. Perdemos oportunidades, se debilitan nuestras fortalezas y, salvo puntuales actuaciones ante las pérdidas de empleo, hemos dejado caer casas palacios, espacios naturales y urbanos, empresas, …
| En la imagen, una copia de inicios del siglo XVI de la Carta Puebla que el rey Alfonso X 'el Sabio', otorgó a El Puerto de Santa María | Archivo Municipal | Foto: CMPH
El Puerto se encuentra ante una amenaza permanente. Hemos dejado entre todos que se nos corrompa el casco histórico, mientras surgen iniciativas ciudadanas para salvarlo, que criticamos. Entre la incuria, la desidia y la depresión colectiva, hacemos el camino. Es algo de El Puerto, que se sepa, al menos desde que existe Diario de Cádiz. El 16 de diciembre cumplimos 737 años como El Gran Puerto de Santa María. ¿Cuándo volveremos a caminar --todos juntos-- buscando esa grandeza que nos otorgó el rey Alfonso X ‘el Sabio’ en 1281? | Texto: José María Morillo.
La historia se repite.
Nuestros regidores nunca dieron la talla, no supieron dirigir a buen puerto esta hermosa ciudad. Y en eso algo de culpa tenemos los porteños o portuenses
Absolutamente actual.
No hay que darse por vencido, tras las cenizas surge siempre el gran Fénix. Cada uno de nosotros los portuenses podemos dejar nuestro granito haciendo de nuestra ciudad una esplendorosa estrella
Seguimos igual... sino peor, laboralmente sin buenas expectativas, y la ciudad con más de 100 años añadidos a sus espaldas pues... Más ruinosos o derruidos.