En el fragor de las conversaciones cruzadas sacas en claro que el político al uso tan sólo piensa en la próxima elección, y que le trae al pairo cara a proa y con poca superficie de vela la próxima generación. No digo que todos sean iguales, pero haberlos haylos como las meigas galegas vagan rebuscando incautos por los bosques perdidos.
Resulta que el domingo de la semana que viene, 2 de diciembre, tenemos unas elecciones en Andalucía que servirán como test de posibles supervivencias estomacales para determinadas organizaciones políticas y por defecto para los acólitos de turno. Curiosamente estas elecciones van a traer el maná caído del cielo para todas y cada una de las poblaciones andaluzas incluida El Puerto.
La parte alícuota que nos corresponde de ese maná nos proveerá casi seguro la rehabilitación del Centro Histórico de la Ciudad y el acercamiento de los Juzgados a los porteños. También es muy probable que queden terminadas las obras del aparcamiento de Pozos Dulces entre otras cosillas que irán viniendo a poquito a poco.
| Otto von Bismarck
Y sin querer queriendo se da uno de bruces con la famosa frasecita del tal Otto von Bismarck en la que sentenciaba que "Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería". Yo a este tío no me lo creo. Pero puestas las cosas así iniciaré un movimiento ciudadano para que las elecciones sean anuales. Con la de cosas que nos traen estoy seguro que todos saldremos ganando. | Texto: Manolo Morillo.