Como en todo el litoral atlántico, el día 1 de noviembre de 1755 El Puerto de Santa María sufrió los efectos del terremoto sucedido aquel día, que se conoce como «de Lisboa», y el maremoto consiguiente. En El Puerto, la población achacó a la intervención de la Virgen de los Milagros la retirada de las olas, y le dedicó una serie de cultos por acuerdo del Cabildo, que le dedicó novena y procesión de acción de gracias.