A consecuencia del deterioro y ruina parcial, fue reformado en los siglos XVII y XVIII, en el contexto de la devoción inmaculista y del esplendor económico y artístico que gozaba El Puerto entonces. El mecenazgo artístico y económico de ricos comerciantes como los Vizarrón y Barrios contribuyeron a dicha reconstrucción y las labores decorativas de retablos, tallas, pinturas, etc. se prolongó durante toda esa época.De la posesión de grandes propiedades rústicas y urbanas en la ciudad y contar con la población religiosa regular femenina más numerosa de ésta, el convento fue decayendo a partir de la desamortización de 1836. La acuciante falta de vocaciones se acusó más desde los años setenta del siglo XX, contando en la actualidad únicamente con ocho religiosas (tres de ellas africanas, una de Tanzania y dos de Kenia) que sobreviven a duras penas. También han ido escaseando cada vez más las donaciones, de modo que los únicos ingresos son los beneficios de la venta de dulces y tartas desde su torno y las exiguas pensiones de las hermanas mayores.
| El patio y claustro de la zona de clausura, no visitable
Testigos de un pasado memorable, las franciscanas concepcionistas han sabido compatibilizar en este medio milenio su tipo de vida aislada y contemplativa consagrada a Dios con una labor asistencial y caritativa practicada por las distintas comunidades que se han sucedido en todo este tiempo. La conservación del recinto y la custodia de su maravilloso patrimonio artístico ha sido posible gracias al celo y cuidado superando penurias económicas y múltiples dificultades que han venido soportando éstas y aquéllas religiosas de la Inmaculada Concepción.
La categoría de su patrimonio histórico
Todas las manifestaciones artísticas conservadas son de gran importancia histórica y calidad estética: desde una arquitectura barroca típicamente conventual y dieciochesca tanto en su exterior como en la iglesia, coros, claustro y otras dependencias del interior hasta las distintas facetas de patrimonio mueble materializadas en piezas artísticas como rejas y puertas, retablos y esculturas, pinturas y artes suntuarias (azulejos, obras de orfebrería, etc.). También las laudas sepulcrales de grandes benefactores del convento que decidieron enterrarse en este recinto sagrado en los siglos XVII y XVIII suponen un magnífico documento histórico y aportan singularidad y notable mérito al patrimonio mueble de esta ciudad.
Este magnífico legado artístico acumulado a lo largo de cinco siglos testimonia un esplendor pasado que no puede olvidarse ni perderse. Es responsabilidad de todos (instituciones eclesiásticas y civiles, públicas y privadas) mantener, transmitir y legar a generaciones futuras esta joya espiritual y estética que es el portuense convento de la Concepción, uno de sus monumentos imprescindibles.
| Acceso a las celdas en la zona de clausura, no visitable.
Celebrando la efemérides
Se conmemora este 2018 el quinto centenario de la fundación del convento de franciscanas concepcionstas en El Puerto de Santa María. Y para celebrar dicha efemérides se están organizado en la ciudad una serie de eventos de gran interés tanto desde el punto de vista religioso como social y artístico.
Además de la ya celebrada fiesta de verano para recaudar fondos con que poder sufragar parte de los gastos ocasionados, han empezado a organizarse visitas guiadas por el convento, se han diseñado pulseras y dípticos y se continúan elaborando dulces artesanos. Uno de los momentos álgidos más esperados será la solemne Eucaristía y Procesión extraordonaria del viernes 17 de Agosto, en la que desfilarán tres pasos portando las imágenes de la fundadora de la O.I.C., Santa Beatriz de Silva, San Francisco de Asís y una de Inmaculada Concepción). El broche de oro tendrá lugar el día 7 de noviembre, conmemoración de la entrega de la bula fundacional en 1518, con la celebración de varios actos litúrgicos, especialmente un digno Pontifical en la misma iglesia conventual.
| Acceso a las galería superior que dan acceso a las celdas
Visitas Guiadas
Al cumplirse los 500 años de su fundación, portuenses y forasteros interesados en conocer la historia y la importancia del patrimonio y de las tradiciones religiosas tienen una magnífica ocasión para valorar tal riqueza y calidad de los tesoros artísticos acumulados a lo largo de esos cinco siglos y gozar con su contemplación. También ahora podremos descubrir algo más que el tañir de sus campanas o el saborear los dulces que venden sus afamadas reposteras sin ser vistas. Intentaremos intuir la riqueza espiritual encerrada entre sus muros, entender y respetar el tipo de vida aislada y contemplativa consagrada a Dios de las escasas religiosas que continúan residiendo en él y custodiando dicho patrimonio.
| Campanil desde el interior del Coro Bajo
Por gentileza de las RR. MM. Concepcionistas y la iniciativa de la hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad ya se pueden visitar tanto la iglesia y sacristía como el coro bajo, donde se albergan una serie de obras de arte de gran calidad. Algunas están firmadas por retablistas, escultores, pintores, ceramistas y plateros de primera clase y otras están atribuidas a artistas de los siglos XVI al XX, abundando los correspondientes al estilo barroco, imperante en la reconstrucción del convento y el ornato de sus dependencias. También difieren las distintas iconografías, materiales y procedencias, ya que comparten espacio y devoción obras concebidas para este monasterio con otras de distintos conventos de la provincia y localidad tras la desamortización, cierre y consiguiente dispersión de muchas de sus piezas artísticas.
Desde estas páginas invitamos a todos a conocer mejor uno de los primeros monasterios fundados en El Puerto mediante una serie de visitas guiadas por los historiadores Francisco González y Carmen Perdiguero que ya comenzaron el sábado 4 de agosto. Se pide la colaboración de los visitantes con un donativo de 3 € destinados a fines sociales de la Orden, al igual que los beneficios de la venta de dulces artesanos que podrán adquirirse al finalizar las visitas. El punto de encuentro es la sacristía del convento (calle Nevería 45) y se ruega puntualidad para evitar retrasos y disfrutar plenamente del tiempo disponible. | Texto: Francisco González Luque
Es una visita que merece mucho la pena.
Es una pena que solo se visite la iglesia en esta ocasión tan especial de la celebración de sus quinientos años de su fundación, para los que somos del Puerto que la hemos visto abierta en horario de misa tantas veces, nos hubiese gustado ver otras dependencias del convento incluido este precioso claustro que sale en esta foto.