Hoy se cumplen 40 años desde que, por primera vez, la imagen de la Virgen del Carmen salía a hombros portada por los pescadores. También era la última vez que la Virgen del Carmen entraba en el muelle pesquero siendo Lonja del Pescado. Meses después, en noviembre de 1978, se inauguraba la Lonja del Pescado frente al muelle del desaparecido Vapor, y años después, en noviembre de 2006, era trasladada a las nuevas instalaciones pesqueras.| En la fotografía de Garpre, la Virgen del Carmen a su paso por la calle Compositor Javier Caballero, ya de recogida, delante de la Peña ‘La Marea’, que tan brillantemente ha colaborado a lo largo de tantos años con la Hermandad del Carmen. A la derecha de la fotografía el recordado capataz Jose Amate Cervera. Principios de los años ochenta.
Así lo recuerda Federico Cascales Delgado, un hombre de la mar, a poco de ser nonagenario, amigo del recordado Padre Ramón, que vivió y de qué manera aquel día, posiblemente, uno de lo más importante de su vida: “Y llega el año 1978, y los pescadores que sienten como su Virgen recorre sobre unas frías ruedas las calles de El Puerto deciden sentir en sus hombros ese ‘agradable paso’. Más de mil kilos pesaba el paso de la Virgen. Llegaron por primera a la Barriada marinera de la Estrella del Mar y después buscando el muelle pesquero por Bajamar. Desde el Bar La Gaviota compensaban fuerzas los costaleros marineros del Carmen, el gentío animaba.
| Salida procesional de la Virgen del Carmen, a principio de los años 80, dirigidos los costaleros marineros por el recordado capataz, José Amate Cervera, a la derecha de la fotografía. A su izquierda Federico Cascales Delgado, autor de esta nótula.
Todos a una, gritaban a viva voz a los costaleros, Vicente ‘el del Veluca’ y Antonio ‘el Caganio’. Fue el primer año en el que Jose Amate Cervera dirigía el paso de la Virgen, inolvidable capataz. A la una de la madrugada llegaba la Virgen al muelle pesquero y las lágrimas corrían por las miles de mejillas que aguardaban la llegada de la Patrona, la emoción alcanzó cotas muy altas. Allí esperaba la Virgen Marinera, la de las monjitas del Espíritu Santo, embarcada en el ‘Jaime Manuel’ capitaneado por Jaime Rasteu Mauri, a la imagen de tierra, la de las RR.MM. Concepcionistas. El barco ponía la proa sobre el cortejo terrestre y las dos imágenes se miraban… Eran las dos y media de la madrugada cuando llegaba el cortejo procesional a la Parroquia del Carmen, todos exhaustos pero llenos de gozo por tan admirable salida, paseo y recogida procesional.
En recuerdo de todos los que hicieron posible aquel inolvidable día del 16 de julio de 1978. Muchos ya se fueron, pero todos permanecen en mi memoria”.