| Carlos Unamunzaga, director general de Fitoplancton Marino, en la planta de El Puerto de Santa María. | Foto: C.P.
El presidente de Ebro y su hermano, Antonio y Félix Hernández, junto a su socio Carlos Unamunzaga comercializarán un suplemento alimenticio de resultados asombrosos en deportistas, desde El Puerto de Santa María. Las carambolas del mundo de los negocios, que son las de la vida misma, han llevado a los hermanos Antonio y Félix Hernández Callejas, máximos accionistas de Ebro Foods a través de su sociedad familiar Hisparroz, a convertirse en los descubridores del mejor y más potente antioxidante conocido hasta la fecha (TetraSOD, obtenido a partir de microalgas). Entre su finca familiar junto al parque de Doñana en la desembocadura del Guadalquivir y la factoría de Fitoplancton Marino en El Puerto de Santa María, sociedad en la que controlan el 80%, se traza esta curiosa historia. En la que no puede faltar Carlos Unamunzaga, bilbaíno llegado a Cádiz para estudiar Ciencias del Mar, donde conoció a su hoy esposa siendo ambos el germen inicial de Fitoplancton hasta la toma de control de los Hernández.
Los que pueden ser denominados sin exageración reyes del arroz en el mundo (controlan las marcas SOS, Brillante, La Cigala o La Fallera en España, y otra treintena de enseñas más en varios países) decidieron en la década de los años 80 del pasado siglo inundar 3.500 de las 11.000 hectáreas de la finca familiar para construir una piscifactoría. "En los surcos y canalillos que se hacían para sembrar y trabajar la tierra veíamos que crecían cantidades enormes de camarones, la propia gente de Isla Mayor (Sevilla) nos pedía poder venir a la finca a recogerlos y se llevaban kilos. Por eso empezamos produciendo langostino en piscifactoría, pero luego cambiamos a lubina y hoy las enviamos a los mejores restaurantes del mundo, incluso por avión", relata Félix durante un encuentro con El Confidencial en Fitoplancton Marino acompañado de Unamunzaga.
En paralelo, el investigador bilbaíno y su esposa ponían en marcha en 2004 una pequeña factoría experimental para producir microalgas con destino a la acuicultura, como alimento para los criaderos. "Era entonces la única línea clara de negocio, y hoy es solo el 5% del negocio de Fitoplancton", explica Unamunzaga. Las microalgas alimentan a su vez a minúsculos crustáceos que son el alimento de lubinas y otros pescados criados en cautividad. Y ahí es donde se cruzan los caminos de ambas partes: como suministradores de alimento para los alevines de lubina.
Antes de que en 2011 los Hernández decidieran tomar el 80%, dejando a los fundadores al frente de la gestión y con el 20% restante, se cruzó en el camino de Fitoplancton el cocinero Ángel León, natural de El Puerto y que hoy es conocido como El chef del mar. Tiene tres estrellas Michelin en su restaurante Aponiente de la localidad gaditana. "Él probaba todos los ingredientes posibles que salieran del mar, así estaba siempre con diarreas", recuerda con ironía Unamunazaga. "Un día metió el dedo para probar su sabor en el barro de microalgas que queda en nuestras centrifugadoras, que extraen el agua del cultivo, y a partir de ahí empezamos a ver la posibilidad de crear un ingrediente para alimentación humana a partir de las algas", resume el director general.
| Ángel León.
El primer 'novel food' de España
Para ello eligieron la microalga denominada 'tetraselmis chuii', por su alto contenido en el antioxidante SOD (superóxido dismutasa). El SOD está considerado el mejor antioxidante natural ya que logra reparar el daño causado por la oxidación celular. "Pocos productos logran lo que hace el SOD frente el estrés oxidativo, ya que este estrés es el que genera daño celular que está en el origen de muchas enfermedades", explica Unamunzaga. En 2008, Fitoplancton inició ante la Comisión Europea la tramitación del que denominaron TetraSOD como nuevo alimento, nuevo ingrediente: 'novel food', en la jerga jurídica. En 2014 lograron luz verde de Bruselas, convirtiéndose en el primer y hasta ahora único 'novel food' autorizado en España.
Ahora, y después de que en medio de ese proceso (2011) desembarcaran los Hernández en Fitoplancton, están patentando tanto el proceso de cultivo de la microalga tetraselmis como el propio producto final. "Son 80 páginas de patente, la estamos tramitando en los principales mercados mundiales desde 2013. Básicamente lo que queremos proteger es el proceso por el cual estimulamos a la microalga para que acabe teniendo 30.000 unidades de SOD por gramo, frente a las 1.000 que presenta esa alga en su estado natural", explican los directivos.
¿Entonces cuándo podremos comer TetraSOD? Las previsiones son que a final de año, y de la mano de un par de farmacéuticas cuyo nombre no pueden desvelar, comience a venderse como suplemento alimenticio. Los resultados de los estudios clínicos realizados por Fitoplancton indican que 32 futbolistas que tomaron un comprimido al día durante un mes han logrado niveles de hemoglobina y oxígeno equivalentes a desarrollar un programa de alto rendimiento de tres meses a tres mil metros de altura. También redujeron su nivel de grasa corporal, y sus corazones trabajaban a menos pulsaciones y se recuperaban más rápido que los de los deportistas que no tomaban TetraSOD.
Respecto a su uso como ingrediente alimenticio, desde 2014 "se usa en casi todos los restaurantes con estrella Michelin de España e Italia, y también en menor medida en Francia u Holanda", asegura Félix Hernández. Es un producto caro, "como el azafrán", ejemplifica Unamunzaga, pero al igual que este se necesita poca cantidad por cada uso. El tarro de 15 gramos que comercializan proporciona hasta 60 raciones, que se pueden usar en arroces o cremas, entre otras recetas.
Cosmética
La cuarta vía de negocio —tras los suplementos, los ingredientes y la alimentación para acuicultura— es la cosmética. Hace unos cuatro años, y distribuyéndolo entre conocidos, dieron a probar una crema con el mismo principio activo destinada a mejorar la soriasis, los eccemas y las dermatitis. "Fue efectiva en el 95% de los casos y ahora, justo este año, hemos iniciado una prueba piloto en farmacias de El Puerto, Cádiz, Jerez y Campo de Gibraltar. Nuestra marca es Dermalgae, pero la gente ya la conoce como 'la crema de Ángel León', detallan los directivos.
Hoy Fitoplancton, con estas cuatro líneas de actividad y dos filiales en EEUU (distribuye productos para belleza y tratamientos en spa bajo la marca Rejuvasea) y Canadá (Bluegenics, que distribuye productos para farmacias), factura unos 5 millones de euros al año y emplea a 40 personas. Una treintena, en la factoría de El Puerto, donde la empresa usa 10.500 metros pero tiene en total hasta 30.000 en concesión por parte del puerto de Cádiz. Un proyecto de ampliación ya está en el horizonte a medio plazo, y los dos socios aseguran que quieren seguir adelante y no piensan en vender. Se ven en la vanguardia de un sector que en toda Europa aglutina a solo unas 200 empresas. | Texto: Carlos Pizá. | Fuente: El Confidencial.
Muy interesante zi zeñó