Las Hermanitas de los Pobres se van de El Puerto de Santa María. ¿Llegará un día en el que nuestra sociedad, nuestros obispos, los católicos con sueldo y medallas y la inmensa mayoría que los que navegamos en ruin barca, Matapelo y Chámame Pepe, el mismo Santo Padre, llamen la atención sobre esta inmensa tragedia que vive el Pueblo de Dios?
Porque cada vez que se cierra una iglesia, un convento, una residencia de ancianos, un colegio, un centro de asistencia a los más abandonados… se está muriendo la religión en España.
La desaparición de la vida religiosa en nuestros pueblos y a este paso pronto hasta en nuestras grandes ciudades. ¿Hasta cuándo voy a ser yo el único, reconvenido permanentemente por ello, que denuncie este ocaso de nuestro catolicismo? Tal vez no tenga remedio. Pero al menos enterarnos de lo que está ocurriendo. | Texto: Francisco José Fernández de la Cigoña.
Aquí el artículo de Enrique García-Máiquez.
Un día muy triste para nuestro pueblo y para nuestros mayores; muchas gracias hermanitas
Que día más triste para nuestro Puerto, después de tantísimos años haciendo el bien nos abandonan las Hermanitas, por falta de vocaciones y medios ¿quién va atender a esos ancianos, con el amor que ellas lo hacen? Que Dios las bendiga y vuelan.
Y a donde llevan a nuestros mayores que ayi residen? O se quedan y los cuidan ?
Verdaderamente es como mínimo llamativo, si no lamentable, esta pertinaz sequía religiosa que vive España. Las misas son ya celebraciones geriátricas y cada cura tiene que atender a una docena de parroquias. O sea, que ni hay feligreses, ni hay sacerdotes, ni monjas. Pero estoy convencido de que hay creyentes. La pregunta es ¿dónde están? La Iglesia tiene que mover ficha para que los jóvenes se adentren en el núcleo de una 'verdad' que los hará libres. Creo que ellos lo saben, o por lo menos lo intuyen. Pero hay que saber decírselo y hacerlo con energía y convicción.