Fue un pequeño paso para la madre y un gran salto para la abuela. El economato, ese oscuro objeto de deseo, iba a quedar obsoleto y los grandes almacenes se reservaban para las grandes ocasiones, a ser posible para las rebajas de ropa. Había llegado el "hipermercado", un sitio para comprar de todo-de todo, sin carné, sin enchufes y sin pedir favores al vecino que trabajaba en la bodega. La democracia estaba al caer y con ella la democracia de comprar barato, o al menos eso decía. Hace 40 veranos, el de 1977, se concluía la construcción de la primera gran superficie comercial de la Bahía, en El Puerto de Santa María, caminito de Jerez. Fue el "Hiper", un invento traído por los franceses para mayor gloria del consumo. A partir de ese verano todo iba a cambiar. Hacer las compras se iba a convertir en un deporte más, con viajecito incluido. Qué más pedir.
1977
Era alcalde de El Puerto Manuel Martínez Alfonso cuando se inauguró el “Hiper” y, a partir de noviembre los destinos de la Ciudad serían regidos por Francisco Javier Merello Gaztelu. Rafael Alberti regresaba a España y resultaba elegido diputado al Congreso por el Partido Comunista. Paco Custodio inauguraba el restaurante ‘Los Portales’, en la Ribera del Marisco. José Luis Tejada publicaba el libro de poemas ‘Prosa Española’ dedicado a la Guerra Civil. Abría la tienda de trajes de ceremonia y complementos ‘Sollero’ en la calle Larga.
| En la imagen Manuel Torregrosa, Director de Relaciones Institucionales de Carrefour, durante el acto conmemorativo de anoche celebrado en Bodegas El Cortijo.
Al cabo de 40 años a cada ciudad con pretensiones llegaron nuevos hipermercados, se aposentaron nuevas grandes compañías, y al final, los dos colosos galos del sector se unieron en macro matrimonio. Aquella unión de Continente y Carrefour a principios de este siglo trajo la recuperación del logotipo de "Hiper", la "c" de Carrefour, que se antojaba un abstracto anzuelo, emblema de modernidad cuando los orgullosos padres de familia cargaban en el maletero del Seat 124 las repletas bolsas blancas con el dibujo rojo y azul. El nombre de "Hiper" hubo que cambiarse en el 81 porque una marca no podía utilizar un nombre genérico, y pasó a ser Pryca , con su "Y". El Puerto se convertía en "de Santa Pryca ", y el hipermercado se convertía en un símbolo de identidad de esta ciudad, como Romerijo o el Vapor, antes de que los propios 'Hiper' se fueran convirtiendo en tumultuosos centros comerciales, con cines y 'maldonals', como plazas mayores de los tiempos modernos.
Los hipermercados llegaron a España con la agonía del régimen franquista. Hasta entonces lo más glamuroso eran los grandes almacenes, los nacionales El Corte Inglés y Galerías Preciados, nacidos en Madrid frente por frente, y que tuvieron su versión más pedestre en Simago y otros imitadores localistas. Para avituallar las despensas lo más ventajoso eran los 'ecos' o los pequeños supermercados de barrio, cuando los montañeses se fueron preparando para el siglo XXI bajo cooperativas de compras. En 1975 se instaló en Madrid la primera gran superficie, 'Jumbo', y partir de ahí el chaparrón de 'híperes' fue intenso y diverso, y sólo sobrevivieron las marcas más fuertes. El 'Hiper' de El Puerto causó tal conmoción popular en 1977, cuando se inauguró, que en las poblaciones de la comarca había servicio de autobuses para peregrinar hasta la Meca del consumo. Para abastecer una casa no había nada mejor que zambullirse en sus estantes.
En el primer folleto de "Hiper-Puerto" repartido a tutiplén por todos los contornos, se especificaba que "usted elige libremente, sin que nadie le inoportune"... Y al personal se le volvían los ojos porque hasta entonces no estaban acostumbrados a pegarse ese gustazo en todos los ámbitos de la vida. "Todo está claro, los precios, los productos y sus características". Con el Hiper descubrimos también un pellizco de democracia: "Libertad, Igualdad y Transparencia". Una hemorragia de placer libertario. Además en el folleto especificaba que "todo irá sobre ruedas. Porque desde que usted llega a Hiper dispone de un carrito con el que circular libremente por los amplios y luminosos espacios de la tienda". Un ingenuo comentario para algo que ya nos iba a acompañar en nuestro concepto de compra, el carrito (imprescindible chirriante y con una rueda trasera estropeada), el sustituto del coche dejado en el "amplio parking".
| Placa de reconocimiento a los clientes. En la foto el delegado del gobierno andaluz en Cádiz, Juan Luis Belizón entregando obsequio a Ana María Rivera López como cliente fiel.
Algo también muy importante que descubrimos fue la variedad, "los 40.000 artículos diferentes en alimentación, textil y bazar", ya que hasta entonces siempre nos conformábamos con que el muchacho del almacén no tuviera el desavío en el momento más inoportuno. Además, algunos te remarcaban la variedad, la abundancia de marcas, "mientras los rusos sólo tienen una marca para cada cosa", te demonizaban antes de que cayera el muro. Al final todos nos fuimos haciendo mayores con el "Hiper", evolucionando con los productos de las estanterías y contemplando cómo las cajeras se casaban y hablaban de sus hijos. Aquel despertar al consumo al alcance de la mano es un recuerdo casi prehistórico que nos reitera que el hombre del tercer milenio proviene del mostrador del chicuco con olor a arenque.
| Spot publicitario Pryca Puerto. Videoverdi. 1980.
Precios de apertura del Hiper Puerto
Tomate frito Starlux, 300 grs... 18 pesetas. Coca cola, 1 litro, llévese 2 y pague 1, más envases... 23 ptas. Fino Camborio,... 105 ptas. Yogur natural Yuki, llévese 3 y pague 2, 10'5 pesetas Detergente Skip, 5 kilos... 335 ptas. Pañales, 40 unidades... 130 ptas. Lote 2 bragas panty, 3 colores... 32 pesetas. Estuche Duralex, 6 vasos... 57 ptas | Texto: Francisco Andrés Gallardo.
En el '86 estuve trabajando allí de Jefe de Sección de Calzados y Textil-Hogar,
Se lo curra Ud. Sr. Morillo ¡ENHORABUENA!