"Drones y robótica son la próxima revolución industrial”. Quien así se manifiesta en Manuel García Pacheco, director ejecutivo de Weendee Technology. En un despacho de 40 metros cuadrados junto a tres compañeros, Manuel fue capaz de crear el germen de lo que hoy es una multinacional con presencia en siete países, Carbures. En 2014 decidió emprender una nueva aventura, Creadores de Estrategia, y dentro de ella Weendee Technology, bajo el convencimiento de que los drones son el futuro, ya casi el presente: “Cuando aparecieron los coches hubo que organizar el tráfico; hay que hacer lo mismo con los drones”. Nació portuense en ejercicio profesional en Sevilla y se formó como ingeniero químico en la Universidad de Cádiz, de la que su padre fue profesor. Y desde la provincia sigue avanzando en sus instalaciones de El Puerto de Santa María, situada en el número 25 de la Avda. Inventor Pedro Cawley, en el Polígono Industrial Las Salinas de Levante.
--¿Veremos en un futuro cercano drones para un uso doméstico?
--Las posibilidades en el mundo de los drones son incontables. Podrían tener usos desde el punto de vista doméstico, seguridad, transporte de mercancías a gran y pequeña escala… Estoy convencido de que veremos a los drones coexistir con las personas. Un dron puede tener aplicaciones en domótica, vigilancia de personas, del hogar... O interactuar con el resto de los electrodomésticos.
--¿Cuándo?
-Eso es más difícil de evaluar. Depende del desarrollo tecnológico que hagan las empresas, del hábito del consumidor y también de la legislación. Aunque sean drones de interiores y no les afecte la regulación actual, que es para los de exteriores, hay muchas empresas con el freno de mano echado al I+D hasta que no se clarifique la legislación. Calculo que se verán drones de uso interior en un plazo de cinco años.
| Drones para el control agrícola o ambiental, durante una presentación en el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería.
--Su empresa, Weendee Technology, se ha especializado en drones de uso agrícola. ¿Qué avance han supuesto?
--Han sido todo un avance. En primer lugar, los drones son un sensor móvil, permiten cubrir una zona completa sin necesidad de instalar múltiples sensores fijos. Tienes más información, organizada y fácilmente accesible y a un coste menor. Después hay una parte que es el tándem hardware-software. Al tener más información, proporcionada sobre todo por los drones, podemos tener un mayor conocimiento de qué está pasando en nuestro cultivo y optimizar los recursos.
--La regulación de los sistemas no tripulados lleva años de retraso. ¿Cuál es el problema?
--Buena pregunta. La tecnología va siempre por delante y la legislación de coche escoba. De cualquier forma, independientemente de la legislación del uso de drones en suelo no urbano, vamos a tener que buscar un sistema que haga que la coexistencia entre drones, otros equipos robóticos y las personas sea segura. Ahí la regulación va a venir más tarde.
| Manolo García, presentando a Weendee Technology en el EBE, como una startup de éxito.
--Plantea un reto de seguridad y organización.
--Claro, en todos los sentidos. Habrá una coexistencia directa, tanto en el sentido funcional como en el sentido puramente físico, porque para que haya un transporte de paquetería dentro de una ciudad un dron tiene que pasar a 5 o 10 metros de una persona o un coche. Hay un reto regulatorio. ¿Cómo vamos a organizarnos todos? No es la primera vez que se da esa situación: cuando empezaron a aparecer los primeros coches hubo que organizar el tráfico. Eso hay que hacerlo ahora con los drones, con el añadido de que no llevan conductor. Desde el punto de vistaconceptual para la sociedad es lo mismo.
--¿Está bien situada España en ese mercado que se abre con los sistemas no tripulados?
--Creo que sí. No estamos en mala posición, pero es necesario un mayor esfuerzo por parte de las empresas y la administración. Si nos relajamos se pueden perder posiciones y estoy convencido de que la de los drones y la robótica es la siguiente revolución industrial. Tenemos la oportunidad de estar subidos en el tren.
--¿Hay suficiente apoyo de las administración a las empresas de base tecnológica?
--Ahora mismo es pronto para decir si se ha apoyado lo suficiente. Es cierto que toda la ayuda que se dé a empresas de base tecnológica es poca. Nosotros hemos tenido apoyo de la administración central y dela autonómica, así que mi referencia es positiva. Al final, este tipo de empresas revierten a la sociedad, porque generan conocimiento, el trabajo es de valor añadido. La apuesta debe ser la máxima.
--¿Se dan las condiciones para que el modelo de éxito de Carbures se repita?
--Sí, sí, claro. Para que una cosa sea posible lo primero que hace falta es que creas que es posible. Hay que apostar para que las cosas se produzcan. Cuantas más empresas de ese tipo haya y más ejemplos haya, más personas tomarán esa vía, más nos lo creeremos. Esto no es una carrera de 100 metros, es una carrera de fondo, donde tú haces unas determinadas apuestas, te las crees y las logras.
--¿Están jugando las universidades su papel en ese desarrollo tecnológico?
--Yo salí de la universidad, pero no tengo hecho un análisis exhaustivo. No obstante, siempre pido más. La universidad ha cambiado mucho en estos últimos años y creo que tiene todavía recorrido para enfocarse mucho más, observar el entorno que le rodea y centrarse en ser la punta de lanza ahí. Si la sociedad que la rodea produce manzanas, no investiguemos en neumáticos. Cuanto más escuchemos al entorno más fácil será que esa investigación tenga posterior desarrollo. | Texto: Raquel Montenegro Molina