Para los más jóvenes y para los paracaidistas que han sobrevolado, caído y asentado en nuestra ciudad de unos años a estos días, es más que probable que el título de este artículo les parezca más una frase publicitaria con mayor o menor acierto que lo que verdaderamente fue para unas cuantas generaciones de porteños. Cuando utilizo el término paracaidista lo hago bajo la acepción de aquél o aquella que viene por estos lares o bien para llevárselo calentito, o bien para promocionarse dentro de cualquier organización ya sea de carácter político, religioso/cofradiero y/o 'milagrosa' ONG, o bien para dárselas por aquí abajo lo que no es ni por asomo en el lugar donde habitare o de donde viniere. Quede claro el concepto. /En la imagen Koky Ramírez Tallón, durante una actuación en Tierra Mar y Vino.
Tierra, Mar y Vino fue una postinera caseta inicialmente pensada para una de las ediciones de nuestra Feria de Primavera ubicada entre las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado en la zona de Crevillet, que una vez trasladado el festejo al recinto de "Las Banderas" por el primer alcalde constitucional y honorario de nuestra ciudad, Antonio Álvarez Herrera, quedó anclada como sala de fiestas los sábados y domingos desde las 8 de la tarde hasta las 12 de la noche, horas más que castas en estos días que corren.