Rafael del Valle Santos Marín, mi padre, ese peluquero, perdón, barbero, donde anteriormente decíamos arreglarnos, entiéndase pelarnos, afeitarnos y terminar saliendo un poco más guapos sin necesidad de cirugía estética. A este señor que junto a mi madre Catalina, venidos ambos de Montecorto (Málaga) ambos con sus 83 y 82 años mantenían esa relación que les dio sus tres hijos.
El principal motivo de estas líneas dirigidas a Rafael, el barbero, es reconocerle su labor desde hace algunos años (50/55) y aún sigue siendo el Barbero del Callejón Espelete; pregunten ustedes quien en esta Ciudad no lo conocìa y no lo apreciaba.
Con su edad, 82 años, todavía seguía arreglando en su barbería: enfermos y a sus niños de AFANAS de El Puerto de Santa María y Bahía.
Rafael del Valle con El Ratón.
Por ello pienso que con esa labor realizada a través de los años pensando solamente en los demás y no en él, demostrarle mi reconocimiento y orgullo hacia él y sus amistades que le acompañan siempre --¿verdad, José María--. A su buena memoria /Texto: Jesús del Valle.
A D. Rafael, el barbero,amigo, psicólogo, etc. de mis niños de Afanas, siempre te tendremos en nuestros corazones, D.E.P.
Querido Tito Rafael.todo lo que se te haga o escriba sobre tí ( mal no se puede) lo apoyaré, que pena que no veamos las virtudes de las personas hasta que nos faltan, parece que tenemos todo el tiempo del mundo , y no . Te recuerdo
Gracias a todos por haberle querido
Conocí a Rafael cuando iba a pelar y afeitar a los ingresados en El Hospital santa María del Puerto.
Yo trabajaba entonces allí y hablábamos mucho. Me alegra saludarlo cuando lo veo por la calle, aunque hace tiempo que no coincidimos por la zona de la placilla que es por donde solía verlo.