Hoy se cumplen treinta y tres años que desapareció incinerado vilmente nuestro querido y coqueto Teatro Principal. Ese que en el año 1842 la Junta de Beneficencia de esta ciudad decidió colaborar en su construcción en el local que poseía en "calle de Luna, esquina a la de San Bartolomé conocido por el nombre de Trabajadero de la Compañía, agregándole el antiguo Reñidero de Gallos que se halla a su espalda" como así reza en los documentos de la época consultados. /Foto: Carlos Pumar Algaba.
Las llamas de la sinrazón convirtieron en ceniza uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad por el que pasaron generaciones y generaciones de portuenses disfrutando de sus obras de teatro tanto profesional como aficionado, de sus zarzuelas, de sus actos benéficos, de su actos institucionales, de actores y actrices de reconocido prestigio a nivel nacional, así como de cantantes y revistas de varietés que colmaban las necesidades culturales de una población siempre distinguida por su buen gusto por las bellas artes.
Los bomberos, actuando en el interior, con mangueras y máquinas. /Foto: Pedro Lara. Colección Manolo Morillo.
Aquella madrugada el Teatro Principal de El Puerto quedó completamente destruido a consecuencia de un incendio cuyo foco, según fuentes consultadas por Diario de Cádiz se había localizado en el aljibe del propio teatro. No fue posible, en los primeros momentos, cuantificar las pérdidas por la desaparición del edificio. Pero fue una verdadera malandanza.
En nuestra bendita ciudad por desgracia, venimos teniendo de unos años para acá una suerte de "mala suerte" con el tema patrimonial que ya puede hasta rayar en lo escandaloso. Por pura rebeldía, por hartazgo, me quedo hoy tan sólo con la parsimonia o poca cintura del Ayuntamiento de la época para calificar los terrenos del Teatro quemado como de uso cultural.
El Teatro, en la década de los cuarenta del siglo pasado. /Foto: Colección VGL.
Pero vamos, lo mismo ocurrió -por esa misma época y con esa misma corporación municipal- con la total destrucción de la playa de "La Colorá" y el engañabobos de los famosos puestos de trabajo de Puerto Schurry, siendo el resultado final que hoy estamos sin aquél Teatro, sin aquella Playa y sin los puestos de trabajo prometidos. Y así se va escribiendo la historia de este Puerto que alguna vez llegó a ser hasta marinero. /Texto: Manolo Morillo.
entraba para ver películas y asta jugaba por sus palcos e incluso tube el prebilejio de cantar con mis fiesta que es el carnaval maldita sea la mano que prendió fuego a este maravilloso lugar emblematico de nuestra tierra
Si yo hubiera sido el alcalde de El Puerto, los que lo "ardieron" me reconstruyen piedra a piedra el teatro.