"No es lícito olvidar, no es lícito callar. Si nosotros callamos, ¿Quién hablará?” (Primo Levi).
Dos generaciones. Es lo que, educando a los portuenses que nazcan en los próximos 40 años, hace falta para que se resuelvan problemas que parecen eternos y que siempre están en la agenda política, gobierne quien gobierne. Por eso me gustaría vivir los próximos cuarenta años y, poder comprobar si la incuria y el desinterés por lo nuestro ha dejado de formar parte del ADN local. Averiguar si seremos capaces de poner en práctica aquella frase del recordado Agustín Merello que enunciaba: ‘lo nuestro necesita de nosotros’. /Foto: Javier Botella.
Foto: Luis Gómez Feliz
El interior de la casa donde se encuentran Ultramarinos La Giralda y, otrora, el colegio La Divina Pastora. /Foto: J.M.M.
En la calle Nevería, otrora Junta de Obras del Puerto y sede de la Cruz Roja. Una fallida operación para construir un hotel hace que las piedras languidezcan camino de su destrucción.
¿Veré dentro de 40 años como el Obispado de Jerez Asidonia habrá decidido por fin incluir en su convenio con la Junta de Andalucía, la restauración de la Basílica-Prioral? ¿Se habrá resuelto el derrotismo porteño, ese que nos acompaña por siglos a tenor de documentos históricos, y volveremos a ‘ser lo que fuimos’? ¿Será una cuestión de educación o de vigilancia y multa que en El Puerto tengamos en nuestras calles el más completo catálogo de cacas de perro por mor del incivismo de sus propietarios? ¿Se resolverá? ¿Se habrá construido el puente que una Valdelagrana con el casco histórico? ¿En manos de quien acabarán los terrenos de La Puntilla, hoy en manos de la Autoridad Portuaria?
¿Tendremos un mercado moderno en otra ubicación y las grandes franquicias vendrán a darle vida al Centro? ¿Se rehabilitarán las viviendas del casco antiguo y la Ciudad que conocimos volverá a vibrar de vida y entusiasmo? En lugar de derrumbar cualquier iniciativa política, empresarial, asociativa, ciudadana, … ¿la apoyaremos conscientes de que unidos seremos mas fuertes? El río Guadalete, ¿será un río lleno de vida y acción? ¿Volverá un Vapor sin vapor a surcar las aguas de la Bahía de Cádiz? ¿Habrán desaparecido los gilipollas, en sus mas variadas manifestaciones: el gilipollas lacayo, el de bodegas, el de secano, el gilipollas náutico, el gilipollas esférico, ... de este territorio?
Los especuladores, esos que siempre otean mirando desde la Sierra de San Cristóbal para esta parte de la Bahía ¿harán algo mas que llenarse los bolsillos, con el beneplácito del ‘pringue’ de turno? ¿Será una realidad el Parque Arqueológico de Doña Blanca, en la Sierra de San Cristobal? La oposición extra municipal, ese que siempre está ahí gobierne quien gobierne --y que espero esté viva otros 40 años— ¿dará alguna tregua a los proyectos de futuro o se lanzará mojándose con una candidatura bajo sus postulados, además de ir siempre a la contra, como por otro lado es su papel? Me pido vivir hasta el año 2057, porque tengo mucha curiosidad y ganas de ver que ese otro El Puerto es posible. /Texto: José María Morillo
La casa de la calle Nevería es la casa de mis sueños, sueño que se derrumba dia a dia, ...no mi sueño, sino la casa. ¡Que pena de finca!