Un pintor y escultor modesto, el húngaro (ex Yugoslavo) Istvan Borhidán afincado en nuestra Ciudad, elaboraba cuadros y vendía sus obras --por la calle Luna y La Placilla-- para alimentar a una multitud de gatos y perros que tenía en un campo por la carretera de Sanlúcar. Con lo que obtenía, además, volvía a comprar lienzos y pinturas baratas en un bazar regentado por chinos. Nos abandonaba la noche del pasado 30 de diciembre.
Empezó un fresco en la entrada del Liberato de la calle Cielos, donde vivía Muñoz el maestro barbero y Julio Rodríguez, director comercial de Sancho, autor de un método para aprender a tocar la guitarra por clave de números, casado con Tomasa ‘la del Cepillo’.
Itsvan pintaba retratos por 60 euros.
Había impartido clases de pintura en la Galería de Arte gaditana Peri Art. Vivió en Londres, Sevilla y Szatmár-Németi, Satu Mare, (Rumanía) y su morada final estuvo en El Puerto de Santa María.
Con Miguel Álvarez, de Puerto Centro.
Mientras la que fuera su compañera, Margarita Valean, sigue alimentando en su particular refugio a los perros y gatos que ambos socorrían con alimentos y cariño humano.
Es muy triste la muerte de alguien que a dedicado su vida a socorrer a personas o como en este caso a indefensos animales. Descanse en paz
Fuerza a su compañera para seguir con la maravillosa labor.