La casa conocida con ese nombre, Palacio Winthuysen, en calle Larga número 11, ahora con la cara limpia en su fachada (porque todo lo demás no existe ya) después de décadas cubierta por un infame andamiaje metálico era propiedad, mediado el siglo XIX del rico hacendado guatemalteco y empresario vinícola, Julián Urruela. Dejando aparte su trayectoria como político y sus logros como empresario, para conocer otras facetas de su personalidad, de su estilo de vida y el de la familia, utilizaremos un barómetro que, en esa época, marcaba la temperatura socioeconómica: caoba y plata.
En la imagen, perspectiva del patio y distribuidor de la finca. Al fondo, la galería acristalada de acceso al jardín. A sendos lados del arco trilobulado dos esbeltos macetones sobre pedestales de mármol y sobre ellos una muestra de la amplia colección de pinturas que decoran toda la casa. Presiden la fotografía tres estatuas de mármol blanco, sobre pedestales del mismo material integrantes de un conjunto que representaba las cuatro estaciones. (Todos estos elemento están incluidos en el inventario de bienes de la testamentaría de Julian Urruela, documento fechado en 1848). (Foto: 20 de enero de 1972). ...continúa leyendo "3.054. El Puerto del XIX. Caoba y plata."