Año 264 a.C. La tercera de las Guerras Púnicas llegan a El Puerto --o mejor al poblado de Doña Blanca-- enfrentando a Roma y Cartago. Al arrasar el poblado situado en la colina artificial, se pierde el rótulo que daba nombre al poblado fenicio y seguimos llamándola ‘La Ciudad Sin Nombre’. En el poblado próximo de ‘Las Cumbres’, arrasan igualmente la más antigua bodega gaditana y su ‘Fino Turdetano’. Año 19 a.C. Lucio Cornelio Balbo ‘el Menor’ ordena abrir ‘a pico y pala’ la actual desembocadura del río Guadalete, el llamado ‘Portus Gaditanus’ nuestra actual Ciudad. Las ferreterías y herrerías de la zona, se frotaron las manos ante la carga de pedidos. Año 844. Los vikingos hacen una incursión por estas tierras, atacan a Sidueña (Madinat Siduna), ubicada en el yacimiento de Doña Blanca, que sucumbe y desaparece. Quedan interrumpidas las rutas gastronómica de los caracoles, que ya en aquellos tiempos tenían fama por una especie de caracol autóctona de la Sierra de San Cristóbal.