La imagen está tomada en la finca Micateco, abreviatura tomada de las dos primeras iniciales del nombre de mis tías (hermanas de mi padre) Milagros, fallecida, Carmen, Teresa y Concha Terry Galarza, que aun viven en El Puerto. En esta finca, frente a la entrada de El Ancla, vivían mis abuelos Carlos Terry del Cuvillo y Nicolasa Galarza y Morante --su hermano Valentín (ver nótula núm. 760 en GdP) fue ministro de Gobernación con el general Franco, pero al poco de llegar al poder se retiró y se marchó.
En la foto superior, de izquierda a derecha fila de arriba: Pepita Lena Terry, casada con Luis Suarez Ávila; Nicolas Lena Terry, fallecido; Nicolas Terry Martinez, en la actualidad divorciado y con dos nietos; Rocío, casada con Ramón Lacave; Paco y Carlos Lena Terry (soltero y casado, respectivamente con Mimí, olvido de apellido. Fila de de abajo de izquierda a derecha, abuela Nicolasa Galarza que tiene en brazos a mi hermana Milagros Terry Martínez, casada con Gregorio Gomez Pina; Alfonso Lena Terry; mis hermanos Mercedes, casada con Jose Mª Sanchez Cosío, y Eduardo Terry Martínez, casado con Charo Lobo; Milagros lena, casada con Carlos Lacave y Ángeles Lena Terry, viuda de Barrau, quien tiene en brazos a su hermano Ignacio, y el abuelo Carlos Terry del Cuvillo, quien en brazos tiene a Carlos Terry Cuervo, el último de los nietos y de los primos hermanos nacidos en la época de la foto.
Después nacieron de la parte Lena Terry --hijos de la tía Pepa y el tío Paco, ambos ya fallecidos--, el último de la saga Jaime. De la parte Terry Martínez --mis padres Nicolas y Mercedes, ambos fallecidos--, nacieron Carlos, Miriam y Jaime. De la parte de Terry Cuervo hijos del tío José Manuel, ya fallecido y la tía Ester Cuervo que ¡gracias a Dios! sigue viviendo en El Puerto; Jose Manuel, Fernando, Isabela y Marcos.
Visita de Valentín Galarza a El Puerto. El coche está situado a la puerta de la vivienda familiar en la calle Larga, donde hoy se encuentra un edificio de oficinas y donde estuvo la confitería La Perlita. (Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).
Volviendo a Valentín Galarza, una vez retirado de toda actividad, tuvo mucha relación con El Puerto ya que pasaba largas temporadas en casa de sus hermanas, las “tías Galarza” que vivían en la esquina de Larga con Ganado donde hoy está el BBVA. Una casa impresionante que lindaba con el que fue Central Cinema, y en cuyo bajo por la calle Larga, albergaba la confitería La Perlita --su dueño Juan Luis era el que vendía además de sus dulces las tortas de aceite Inés Rosales-- y también un salón que atendía el bar La Perdiz que felizmente sigue en activo, bar que se caracterizaba porque en Septiembre abría muy temprano, sobre las 6 de la mañana, para que los cazadores de tórtolas fueran a desayunar.
Aparte de mi padre y mi tío Jose Manuel, recuerdo también de ese bar a otro gran aficionado a la cacería como fue Luis Merello, al que acompañaba su sobrino Javier Merello, también Tomás Osborne MacPherson, con su hijo Rafael Osborne (Falele, ver nótula núm. 460 en Gente del Puerto) mis entrañables y grandes amigos que formábamos luego la pandilla de “Los Tristes”, conjuntamente con Miguel Siloniz, Tuty Pastor, Miguel Lizaso, Jose Luis Ferrer, Juan Carlos Ballesteros, Jorge Gutierrez Colosia, Javier Gómez, Juan Antonio Martinez Govantes (+), Carlos Merello (+) y Emilio Romero Caballero, casi todos, en la actualidad seguimos viéndonos todos los viernes de cada semana del año.
La pandilla de 'Los Tristes' desde que tenían 10/11 años que aún se reúnen De izquierda a derecha, de pie Tuty Pastor, Miguel Lizaso, Miguel Silóniz y Juan Carlos Ballesteros. Sentados, Javier Merello, Javier Gómez, Nicolás Terry (Coli), Jorge Gutiérrez y Falele Osborne. Al fondo, sentado, el cuñado de Falele, Paquito.
Continuando con la familia, mi tío Fernando T. de Terry Galarza (ver nótula núm. 749 en GdP) y mi tía Mariana Mateos, no tuvieron hijos. Cuando falleció la tía Mariana en accidente de tráfico en la carretera de Fuentebravía, años después el tío Fernando se casó con Rocio Careaga, creándose la saga de los primos Maria, Fernando y Alejandro Terry Careaga. A los que había que unir a sus hermanos de madre, Carmelo, Sergio, Jorge y Rocio Navarro Careaga.
Una botella de la familia Terry con historia --con mas de 50 años-- en la finca Micateco.
En Micateco nos pasábamos todo el día, primero íbamos en Tartana de caballos y después en coche, a la finca El Retamar de mi tío Fernando T. de Terry Galarza, de allí bajábamos a la playa y después al campo de los abuelos donde nos pegábamos el resto del día hasta que volvíamos a casa a El Puerto y a dormir, así un día tras otro en verano y siempre igual.
Una de las cosas que hicimos casi todos los primos, pero sobre todo los Terry Martinez, fue plantar con mi padre un pinar, y además piñón a piñón, tal como se caían del árbol, mi padre los recogía, nosotros hacíamos un boquete, el los echaba y cerrábamos el boquete, el riego era el que proporcionaba la naturaleza, claro que entonces llovía. Hoy es una hermosa realidad que se puede ver cuando circulas por la carretera de Fuentebravia, ya que en direccion Rota esta a la izquierda de la casa de entrada en Micateco y llega hasta el límite final de la finca, en el linde con el campo de la familia Manili, unos muy buenos y reconocidos agricultores.
El pinar que plantaron los niños Terry Martínez y sus primos.
Mis primos los Lena, que vivían en Sevilla, veraneaban aquí en El Puerto y se quedaban a vivir en la casa de mi abuelo en la calle Larga esquina Espíritu Santo. /Texto: Nicolás --Coli-- Terry
¿Alguien puede contactarme con Francisco Lena de Terry, hijo del general Lena Pacheco?
Hola a todos. Había algún señor tío vuestro que iba a la Costa Brava en verano? Mi padres y yo y mi hermano le conocimos en San Antonio de Calonge, Palamos en los años 1960. Estábamos en el mismo hotel. Y nos llevó a dar una vuelta en una avioneta para ver la costa.
Primo, aquellos años son inolvidables y formarán siempre parte de nuestras vidas, a pesar de que te has olvidado de uno de tus primos Lena. Un fuerte abrazo
Javier Lena de Terry.
Bravo, Nicolás, las historias de familia son entrañables e imborrables. Un abrazo.