Yo fui un niño feliz sin tener un juguete.
Destripaba pelotas con entrañas de trapos,
y cazaba pitines con tirachinas frágiles.
En la escuela aprendía las rutinas diarias,
en las enciclopedias de un tal señor Don Álvarez,
desvencijadas, rotas, sobadas por el uso.
...continúa leyendo "2.652. Antonio Muñoz Cuenca. Confidencia a dos."