Pocas zonas como la comarca de la Bahía de Cádiz han sufrido tantos pufos y pillajes industriales a costa del dinero público en el último lustro. Varias sociedades con proyectos que iban a crear cientos de empleos se han repartido decenas de millones de euros en subvenciones y en créditos oficiales sin haber generado ni un puesto de trabajo estable. Ninguno de los supuestos empresarios ha devuelto el dinero.
El caso más sorprendente de obtención de créditos y subvenciones públicas lo han protagonizado en El Puerto de Santa María las sociedades limitadas Foelca, Merkum energética, Merkun energía 2010, Zidac energías, Plasticur Reciclados y otros nombres detrás de los cuales figura Juan Ramón Hermo Sánchez como administrador único. ¿De donde salían aquellos Hermo e hijos que iban a fabricar autobuses eléctricos y hablaban con una familiaridad pasmosa de las aplicaciones de fibra óptica y del diseño de ‘picoceldas (Pico-LTE-ADVANCED) con backhaul para redes heterogéneas’?