Quienes vivimos aquella época de las Cunitas, que así se llamaban por su forma de cuna y donde nos balanceábamos a un lado y a otro siguiendo una especie de movimiento pendular hasta alcanzar alturas increíbles, dando a veces la vuelta de 360º, nos acordaremos de que era el lugar de encuentro de la chavalería cuando acudíamos al Parque Calderón o quedábamos para acercarnos al Puente de San Alejandro, donde los más expertos y atrevidos se tiraban al río dándose el baño. /En la imagen, as desaparecidas Cunitas del Parque, junto los también desaparecidos Club Taurino, o los Caballitos de la familia Mancheño.