Juan Carlos Arniz Sanz, portuense de 45 años, tuerto por propia voluntad, se desnuda con la mar tatuada por la cara, una decisión tomada en 2013.
--¿Cuando se te pasa por la cabeza la idea de tatuarte la cara?
--La idea de caritatuarme la tenía desde joven, pero soy pobre y esto significa que no siempre se dispone de libertad suficiente: debes trabajar, debes aceptar las órdenes de papá... Si yo hubiese tenido dinero de sobra para vivir a lo grande, me la habría pinchado a los 20 años. Por tanto, mi ilusión de hacerme la cara viene de hace mucho, un deseo que cumplí al fin. La libertad me parece la fruta más dulce, mi verdadero tesoro. Aún así, mi liberación viene, sobre todo, por mi piercing, no por mi tatu facial. Cualquiera puede tener un tatu facial. Pero mi piercing «Tuerto», no. ...continúa leyendo "2.502. Juan Carlos Arniz Sanz. El Tuerto de Santa María."