Madrid tiene calles y barrios muy conocidos. Por ejemplo, la Gran Vía, con sus imponentes teatros con musicales y espectáculos; la Plaza de Callao, con sus impresionantes luminosos, en un intento de fabricar un Times Square a la madrileña; el barrio de La Latina, con sus bares de pinchos y restaurantes legendarios de la capital como Casa Lucio y sus huevos rotos; o la calle Serrano y sus sofisticadas boutiques de marcas de lujo, donde apuestas señoras y señoritas de alto pedigrí madrileño se pasean los sábados por la mañana luciendo modelitos. Estos son algunos de los rincones más conocidos de Madrid, aquellos que salen en las guías turísticas, los blogs de viajes y, por supuesto, en los “selfies” de aquellos que visitan la ciudad.
Sin embargo, Madrid en ocasiones guarda algunos secretos. Uno de ellos se encuentra en el Barrio de Canillas. Un pequeño homenaje a los portuenses que vivimos en Madrid, ya que en este barrio residencial se ubica la calle “Puerto de Santa María” (que incluyera el determinante “El” delante era ya mucho pedir). En nuestra calle hay varios chalets y un pequeño parque infantil. No es gran cosa, pero he de reconocer que al verlo uno se siente orgulloso.
De todas formas, también estamos representados en el propio centro de la ciudad, junto a la Puerta de Alcalá, con la calle Pedro Muñoz Seca, escritor y autor de teatro portuense conocido en toda España por sus comedias. Otro escritor de la tierra, Rafael Alberti, también cuenta con su avenida en la capital, esta vez muy cercana al histórico barrio de Vallecas.
Pero, además de calles, Madrid también esconde grandes tesoros portuenses. Uno de los más destacables es el primer mapamundi completo, elaborado por Juan de la Cosa en El Puerto en el año 1500. El mapa es la primera representación inequívoca del continente americano más antigua conservada. En El Puerto lo podemos contemplar en un deteriorado monumento junto al Castillo de San Marcos, pero este ejemplar es una réplica. Incluso la lámina que el señor Alcalde tiene en su despacho también es una reproducción. El auténtico se encuentra en el Museo Naval de Madrid, junto al Palacio de Cibeles, en el espacio central de una de las salas más transitadas del Museo.
Seguiremos recopilando rincones y tesoros portuenses que tenemos en Madrid. Animo a los portuenses que visitan la ciudad que se acerquen a visitarlos, aunque sea después de haber visto el Rey León, hacerse una foto con el oso y el madroño o haberse comido un bocadillo de calamares en la Plaza Mayor. Orgullo de ser portuense, allá dónde vayamos. /Texto: José Antonio Ortega Romero.
Más información: El Puerto, en las calles de España.