Esta preciosa cancela pertenece a una casa de calle Cielos esquina con Javier de Burgos (Descalzos), actualmente convertida en depósito-almacén. M del C. (Agradecemos a Paco Pérez Selma el retoque fotográfico).
La gente hidalga de siglos anteriores identificaba sus casas con blasones de las armas de su linaje que se colocaban en el dintel de entrada. En el siglo XIX, perdida ya esa costumbre, muchas personas dejaban constancia de si mismo en sus moradas e industrias, identificando de esta forma sus propiedades, incluyendo en la reja de la balconada, y en los medios puntos de puertas y cancelas el anagrama de sus iniciales en hierro forjado.
Balcón de la calle Vicario; parece que las letras que figuran en el anagrama son “M” y “S”
En nuestra ciudad hay numerosas pruebas de esta costumbre, que han supervivido mas de una centuria la mayoría de ellas, especialmente en casas particulares y en las puertas de algunas bodegas.
Nosotros aquí, sintiendo no poder tratar el tema con la profundidad que se merece, damos a conocer a modo de ejemplo algunos de estos anagramas. /Texto y fotos: Antonio Gutiérrez Ruiz. A.C. Puertoguía.
Balcón de calle San Sebastián. Nosotros interpretamos el anagrama como “ABV” que debía corresponder a las siglas del nombre y los dos apellidos del propietario del inmueble.
Medio punto de la puerta de entrada a una bodega de calle San Bartolomé (de Cuvillo) con las iniciales “JVC”, letras en este caso, caladas sobre una chapa metálica.
Medio punto de una de las varias puertas de entrada de bodegas de calle Valdés en las que figura el anagrama con las letras “P” y “H” que creemos corresponde a Pedro Hernández Carrera.
Medio punto de una casa de calle Larga que estaban restaurando cuando se hizo la foto, a la que faltaba la cancela y se ha deteriorado el anagrama, natural o intencionadamente, hasta hacerlo ilegible.
Bonito e interesante reportaje.
Antonio, adelante !!!, continúa antes de que desaparezcan.
En El Puerto hubo y todavía hay cancelas y portones más o menos grandiosos, pero todos ellos de gran belleza, incluso los más humildes.
Por un puro complejo de inferioridad mal entendido, muchos propietarios de casas de los barrios más modestos cambiaron los magníficos portones por puertas metálicas en hierro o aluminio. Las elegantes cancelas de forja fueron sustituidas por otras, horrorosas, de cuadradillo de hierro.
Este fenómeno de mal gusto ha invadido los conventos e iglesias de El Puerto donde magníficas cancelas de capillas han sido sustituidas sin ningún motivo por otras horribles y de pésimo gusto.
Cuanto digo es también aplicable a rejas y balcones.
Bonito e interesante reportaje.
Antonio, adelante !!!, continua antes de que desaparezcan lasa que quedan.
En El Puerto hubo y todavía hay cancelas y portones más o menos grandiosos , pero todos ellos de gran belleza, incluso los más humildes.
Por un puro complejo de inferioridad mal entendido, muchos propietarios de casas de los barrios más modestos cambiaron los portones por puertas metálicas en hierro o aluminio. Las elegantes cancelas de forja fueron sustituidas por otras de cuadradillo de hierro.
Este fenómeno de mal gusto ha invadido también los conventos e iglesias de El Puerto donde magníficas cancelas de capillas han sido sustituidas sin ningún motivo por otras horribles y de pésimo gusto.
Cuanto digo es también aplicable a rejas y balcones.