Luis Ortega García nace en nuestra Ciudad en la calle Nevería, 13, el 1 de marzo de 1935. Hijo de Antonio Ortega Infante y de Carolina García Payares, es el quinto hijo de los siete que tuvo el matrimonio: Antonio (+), Milagros, María Josefa (Carmelita), Juan, Luis, Anita (+) y Adolfo, quien fuera presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías. Está casado con María Luisa Peris Tey y tiene dos hijos, Luis e Isabel.
Luis estudió Primaria en las Carmelitas y en el Colegio de José Luis Poullet, en la calle Cruces. El bachillerato lo cursó en el Colegio San José y San Estanislao, vulgo La Pescadería.
1935.
El año del nacimiento de Luis Ortega, 1935, se funda la Bodega Obregón. Abre al público en junio el Cine Orpheo, en Puerto Escondido, permaneciendo funcionando hasta noviembre de 1941. En junio, Luis Cómpanys, expresidente de la Generalidad de Cataluña, ingresa en el Penal de El Puerto. Rafael Alberti le dedica la elegía ‘Verte y no verte’ a Ignacio Sánchez Mejías, ‘Poesía (1924-1930)’ y ‘Versos de Agitación’. Muñoz Seca estrena las obras ‘El Gran Ciudadano’, ‘Papeles’, ‘El rey Negro’, ‘La Plasmatoria’, ‘Soy un sinvergüenza’ y ‘Triple Seco’. Era alcalde de la Ciudad, José Luis Macías Caro.
En al Patio de San José, de las Carmelitas, el día de la Primera Comunión, con su hermana Anita.
Muere el fundador de la Revista Portuense, Dionisio Pérez Gutiérrez. Muere el Conde de Osborne, Tomás Osborne y Guezala, en posesión de este título pontificio desde junio de 1900. Su hijo, Ignacio Osborne Vázquez se hace cargo de la bodega hasta 1972. Nace el humanista Rafael Esteban Poullet. Nace el diácono Francisco Prieto Ramos, adscrito a la Parroquia del Carmen y San Marcos. Nace el corredor local Pedro Rizo Pérez, quien recientemente participó en la XXIV Media Maratón ‘Bahía de Cádiz’, el pasado 14 de marzo de 2010.
En la imagen, Luis Ortega recibiendo clases de dibujo y pintura de su maestro, Juan Lara, en la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia. Aparecen en la imagen Vicente Morató Martínez, Rafael Felices Morro, Luís Ortega García, Jacinto Cossi Mora, (detrás de estos 2 desconocidos), Juan Lara Izquierdo, Desconocido, Miguel A. Pantoja del Puerto, Eduardo Zamorano Franco y José Bononato Sáez.
EL FUTBOL.
Entre sus aficiones, además de la pintura, de la que se le puede considerar un profesional, más que un aficionado, está el fútbol. En su juventud creó un equipo, para colaborar con su hermano Antonio que era tesorero del R.C. Portuense, y que organizó una liguilla: así nació el equipo ‘Colaboración’, entre los que se encontraban Alfredo Bootello, Antonio Gil de Reboleño, Joaquín Muñoz Manzanera, entre otros. Luego vendría a entrenar los equipos de las Congregaciones Marianas e incluso a jugar con el equipo de la Caja de Ahorros de Cádiz, donde empezó su vida profesional.
Con el equipo 'Colaboración'. De pié José María Arjona y Manuel Rascón Roselló y agachados, Alfredo Bootello Reyes, y Luís Ortega García el 30 de octubre de 1954.
VIDA LABORAL.
Después trabajaría con Cubiertas y Tejados, en la calle Vicario, empresa que trabajaría en la construcción de la carretera de Fuenterrabía, que haría el puente sobre el río Salado, en el interior de la Base Naval de Rota e, incluso, construiría alguna de las pistas de aterrizaje de dicho establecimiento militar. En aquella época vino a El Puerto el ingeniero Caparrini, cuyos vástagos emparentarían con algunas familias porteñas. Tras el Servicio Militar en Ceuta, Luis entraría a trabajar en las oficinas de las Bodegas Cuvillo, en la calle de los Moros, donde permanecería por espacio de 23 años, finalizando su vida laboral en Muebles Pedregal, como gerente.
En Ceuta, durante el Servicio Militar, el 30 de mayo de 1958. De izquierda a derecha, José Luis Rodríguez Palenzuela, Luis Ortega García, Manuel Pérez Prado, el capitan Zacarías Loro González, Luis Verde Marín, Vicente Gramage Bellvís, José Antonio Chair Unamuno y Francisco Rodríguez Revilla.
Tomando una copa de Fino C, de bodegas Cuvillo, en la caseta 'el Huevo Duro', en la que fue copropietario con Gabriel Felices. Vemos al fondo a la izquierda a Paco Camacho, en primer término a la izquierda a Enrique Pedregal y Gabriel Felices, con una botella de Fino C en la mano junto a Luis Ortega. Feria de Crevillet.
Al año siguiente de pintar Juan Lara el cuadro de las Dos Gitanas como cartel anunciador de la Feria, la Hermandad del Olivo le ofreció un homenaje en su caseta, durante el Pregón de Feria de Agustín Merello. El acto fue ofrecido por Luis Ortega. De izquierda a derecha, en primer término, José Sánchez, Juan Ignacio Varela Gilabert, Luis Ortega. Detrás, de izquierda a derecha, Eduardo Pastor, Agustín Merello de espalda, Venancio González, José Antonio Españo, Enrique García Máiquez, Rafael Merello del Cuvillo y Casimiro.
La familia Ortega García, con hijos y nietos (faltan algunos), en la casa familiar el día de la celebración de las Bodas de Oro del matrimonio Ortega Infante-García Payares.
NÚMERO 1 DE LA HERMANDAD DEL OLIVO.
Aunque Luis fue desde pequeñito de la Hermandad de ‘Los Cerillitos’, como toda su familia, en 1960, con un grupo de amigos tuvieron la idea de fundar una nueva Hermandad de penitencia en El Puerto, --la de la Oración en el Huerto que este año ha cumplido 50 años de existencia--, en el desaparecido Bar Central en la tarde del Domingo de Ramos de 1960. Ortega rememora los pasos que dieron aquello cuatro jóvenes: Enrique Ortega, Curro Prieto, Pepe Arjona y él mismo que figura con el número 1 de la Hermandad, y que de forma rapidísima fue calando en la ciudad. De cuatro pasaron a veinte, pagando una cuota inicial de 100 pesetas de la época para, con aquellas 2000 pesetas mensuales, conseguir desde cero los elementos necesarios para la primera salida procesional el Miércoles Santo de 1961, con la previa autorización del Obispado de Sevilla en agosto de 1960.
Durante la presentación del cartel de Feria 1991, junto al alcade de la época, Manuel Torres Ramírez, en el Museo de Carruajes de Bodegas Terry.
EL PINTOR DE LA PATRONA.
Aunque es conocido por los muchos cuadros que ha pintado sobre la patrona de la Ciudad, la Virgen de los Milagros: tiene un cuadro de la Virgen en las escaleras de acceso a la planta noble del Palacio Municipal y otro en la Sala de Juntas de la empresa municipal El Puerto Global, además de en numerosas colecciones particulares. Además para el Ayuntamiento pintaría el cartel de la Feria de Primavera de 1991 y un cuadro del Toro del Aguardiente que se conserva en el Salón de Plenos. Cuadros del Cristo del Amor en el Penal, de la Virgen del Rocío, el cuadro del cincuentenario de la Hermandad del Olivo e innumerables y magníficos bodegones, al decir de los entendidos, que se encuentran en colecciones privadas. (En la imagen de la izquierda, pintando el cuadro de la Virgen de los Milagros, que se encuentra situado en las escaleras de acceso a la planta noble del Palacio Municipal).
BELLAS ARTES.
Luis Ortega fue alumno de Juan Lara en la Academia de Bellas Artes y Santa Cecilia, entidad a cuya Junta Directiva pertenece y de la que es Socio de Honor. Dicha entidad, fundada en 1900 y en posesión de la Medalla de la Ciudad, tiene talleres de dibujo, pintura, música, lectura, escultura talla y modelado, solfeo, piano y guitarra, realizando además una ingente actividad cultural, con exposiciones, publicaciones, actos, …
Con Rafael Alberti en su domicilio de Las Viñas.
Imagen costumbrista de la Plaza del Castillo. Colección de Ángel Almorza Salas.
(Nuestro agradecimiento por la colaboración informática a Manuel Rincón Sucino).
Creo que tengo unos cuadros que pinto Luis Ortega, y se los regalo a la tía de mi marido que regentaba el bar "el Ruedo" en la calle San gil de Burgos
El pasado día 13 recibí tu última tarjeta de felicitación por mi onomástica con una caligrafía distorsionada, producto de la debilidad de tus manos, esas manos que fueron capaces de plasmar en más de cien lienzos la imagen de la patrona de El Puerto, Nuestra Señora de los Milagros, esas manos que enseñaron a pintar a cientos de alumnos de todas las edades en la Academia de Bellas Artes, esas manos que han dejado su huella de maestro en numerosas acuarelas, óleos, sepias, dibujos y retratos que nos han permitido conocer todos los rincones de nuestra ciudad, sus edificios, sus paisajes, bodegones con los productos de nuestra tierra y un sinfín de personajes que, por alguna u otra razón, destacaron en nuestras vidas.
Carteles de Semana Santa, peñas y Ferias de Primavera que lucieron por su originalidad y belleza. Esas manos, querido amigo, que ahora van a tener la oportunidad de deslizar tus pinceles sobre el inmenso azul del cielo para retratar una vez una vez más la figura de Nuestra Señora la Virgen de los Milagros, solo que en esta ocasión posará para ti en cuerpo y alma.
Esas manos, Luis, que me acogieron en la victoria y en la derrota, en la prosperidad y en la adversidad, en la cumbre y en el foso, que aun sabiendo todo de mí, me quisiste como un hermano.
Esas manos que estrechamos fuertemente tres días antes de tu partida en una breve charla en la que me pediste que sorteara el cuadro, donado por ti, donde figura el Adriano III navegando por el Guadalete y que la recaudación obtenida se entregue a la Asociación Española Contra el Cáncer, enfermedad que durante meses soportaste con dignidad y sufrimiento.
Amigo del alma, parte de mi vida se va con tu marcha: la fundación de la Oración en el Huerto, la Gerencia de Muebles Pedregal, la caseta del Olivo y las reuniones de la Academia de Bellas Artes, más de 60 años juntos en los que he podido comprobar tu honradez, tu lealtad y una humildad sin límite a no querer ser nunca el primero.
Solo tu pasión por la pintura te han llevado, sin tú quererlo, a ser protagonista del arte en El Puerto de Santa María. Para los portuenses sigues vivo porque nadie más muerto que el olvidado y a ti jamás te olvidaremos.
Enrique Pedregal Valenzuela.
*El miércoles 2 de agosto se celebrará una Eucaristía por su eterno descanso en la Parroquia de San?Francisco a las 20.30 h
LUIS ORTEGA, EN EL RECUERDO
No por esperada deja de ser dura. La noticia de la muerte de Luis Ortega duele. Estaba muy enfermo, pero la última vez que le vi en su casa se levantó del sillón para saludarme a pesar de las protestas de los que estábamos alrededor. Luis era un señor de los pies a la cabeza. Un hombre educado, discreto, amable, servicial y encantador. Lo fue todo en la Academia: alumno, profesor, miembro de la Junta Directiva y Socio de Honor. Era la esencia misma de la Academia.
Hace unos años me pidió que le presentara una exposición, su última exposición, según decía entonces, y efectivamente lo fue. Fui a su estudio a charlar un rato con él. Entre cuadros y anécdotas se nos pasó la tarde. Tenía una memoria privilegiada, era una enciclopedia viviente sobre El Puerto. Conoció a todo el mundo, recordaba a todo el mundo, había pintado para toda nuestra ciudad. Pero era un hombre sencillo, que hablaba de su pintura sin vanidad, conociendo sus virtudes y sus defectos. A eso le llamo yo ser un gran hombre.
La pintura fue tan importante en su vida que me entristecía mucho saber que en sus últimos años apenas podía pintar. ¡Qué injusta es la vida con algunas personas¡ Sin embargo nunca perdió su lucidez y fue muy consciente de su situación hasta el final, dándonos a todos una lección de dignidad y fortaleza admirables.
Desde que llegué a la Academia sentí que me trataba con consideración y aprecio. Era un hombre sincero que cuando no estaba de acuerdo con algo lo hacía saber, no se callaba, pero cuando había que trabajar estaba siempre el primero y hacía las cosas bien.
Será muy difícil entrar en su aula, el aula Juan Lara, y no encontrarlo allí, dando vueltas entre los caballetes y los alumnos. Será muy difícil montar exposiciones sin su saber y su elegancia para colocar las piezas. Echaremos de menos su conversación sentado en la primera silla junto al teléfono. Y también su fino humor. Deja muchos amigos en la Academia, muchos alumnos, muchos. Se nos ha ido el maestro.
En estos momentos mi recuerdo va de Luis a su nieta Blanca, mi alumna. ¡Cuántas veces al comenzar las clases en la mañana hemos rezado todos los compañeros una oración por el abuelo Luis¡ Ya descansa tu abuelo, Blanca; ya descansa mi amigo. Y descansa en paz.
Carmen Cebrián.
Presidenta de la Academia de BB. AA. Santa Cecilia
Gracias, Don Luis, mi profesor, por todo lo que aprendí con usted durante los cuatro cursos que asistí a sus clases en la academia de Bellas Artes Santa Cecilia. En 1983 me licencie en Bellas Artes en la Universidad de Sevilla. Un fuerte abrazo.