Luis Francisco de la Cerda, IX duque de Medinaceli. Detalle de óleo pintado por Jacob-Ferdinand Voet, Museo del Prado (Madrid), pintando probablemente con motivo de su nombramiento como Comandante de Galeras en Nápoles, donde fue Virrey y Capita´n General.
Luis Francisco de la Cerda y Aragón, IX Duque de Medinaceli, señor de El Puerto, nació en nuestra Ciudad, El Puerto de Santa María, el 2 de agosto de 1660. Era el primer hijo varón de Juan Francisco de la Cerda Enríquez de Ribera y de Catalina Antonia de Aragón Folc de Cardona y Córdoba. Heredó de su padre los títulos de duque de Medinaceli, de Alcalá de los Gazules, marqués de Cogolludo, de Tarifa y de Alcalá de la Alameda. Heredó de su madre los de duque de Segorbe, de Cardona, de Lerma, marqués de Denia, de Comares, de Pallars y conde de Prades. De ambos, el de Grande de España, convirtiéndose en uno de los aristócratas más importantes de la España de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII.
Planta y alzado de la Ciudad de Nápoles en 1698 de donde llegó a ser Virrey.
Durante el reinado de del rey Carlos II fue embajador ante la Santa Sede --siendo papa Inocencio XII--. Fue nombrado en 1684 comandante de Galeras de Nápoles, llegando a ser virrey y Capitan General de dicha ciudad italiana y desde 1699 miembro del Consejo de Estado.
Tras las nupcias celebradas con María de las Nieves Téllez-Girón y y de Sandoval en 1732, hija del duque de Osuna, Gaspar Téllez-Girón, tuvieron dos hijos, Catalina y Luis, que fallecieron antes de llegar a la mayoría de edad, por lo que sus títulos nobiliarios pasaron a su sobrino Nicolás Fernández de Córdoba, hijo de su hermana Feliche. /En la imagen de la izquierda, escudo de la Casa de Medinaceli, señorío entre otros de El Puerto de Santa María.
Al morir sin herederos de Carlos II y el comienzo de la Guerra de Sucesión fue nombrado Primer Ministro por el rey Felipe V. Opuesto a la creciente influencia francesa en la corte española, en 1710 desveló a los ingleses los planes secretos para concertar una tregua entre las Provincias Unidas y Francia, por lo que fue encarcelado en el alcázar de Segovia y posteriormente trasladado al castillo de Pamplona donde murió al año siguiente, el 26 de enero de 1711.