Más que artista, este pintor portuense se considera un humilde artesano. Su trabajo es madurado y fruto de muchas horas frente al lienzo: óleos, acuarelas y también plumillas. En cuanto a contenido marinas, casas de salinas, temas de campo como los cortijos, casas palacios, interiores...
-¿Siempre pinta escenas costumbristas?
-La temática de por sí es un campo de trabajo para ensayar. El costumbrismo te permite trabajar con el agua, la vegetación, la fisionomía humana y animal, o el movimiento. Lo que yo percibo en mi obra es la luz y el color, y más la luz que tenemos aquí en Cádiz.
-Dentro de 30 años, ¿qué escenas costumbristas pintará de esta primera década del siglo XXI?
-Al ritmo que se está viviendo y cómo se está quedando todo arcaico, la verdad que vamos a tener muchas cosas que pintar. Vamos avanzando muy rápido, yo estoy a favor de lo nuevo, pero con una razón sostenible y coherente. Y no nos debemos olvidar de lo que hemos tenido, tenemos un legado muy bonito.
El Resbaladero y la Antigua Fábrica de Arguardientes y Licores.
Las Beatillas.
El río Guadalete cuando aún existía la Casa Palacio del Marqués de Cumbre Hermosa.
-Su cuadro protagonizó el cartel de la Fiesta de los Patios 2010, ¿qué significó para usted?
-A mí me encantó cuando me lo propusieron. Sabían el concepto que yo tenía de ellos y me dieron total libertad. He intentado reflejar la esencia de la Fiesta de los Patios. Yo pienso que es bueno valorar el trabajo diario, el constante mantenimiento que tienen. Y que se conviva un poco más, la vida ha cambiado, no es como antes, pero por lo menos se debería dar esa convivencia personal. Pinté igualmente, el cartel de la corrida del Bicentenario, a la que asistió S.M. el Rey Don Juan Carlos.
Junto a S.M. el Rey, delante del cuadro que pintó para la Corrida de Toros del Bicentenario.
-¿Cuáles son las obras que ha añadido últimamente?
-Estoy aportando temas taurinos y cofrades. Estas obras me transmiten una espiritualidad porque tienen ese duende del que hablamos en el arte, el flamenco... Cuando pinto estos temas, me gusta el preámbulo, los artesanos, las sensaciones que se viven alrededor...
-¿Le gusta plasmar animales?
-Me encantan el caballo y el toro, pero sobre todo, por el movimiento y el agua. Con ellos descubrí una temática que a mí personalmente me llena mucho. Sobre todo innovar dentro del costumbrismo. Mi técnica es vanguardista, sigo una línea de color muy personal con tonos pasteles, y otras técnicas como el raspado.
Fachada de la Aduana de los Duques de Medinaceli
-¿Realiza sus obras en el taller o al aire libre?
-En el taller hago más obras que al aire libre. La mayoría la trabajo visualmente, me quedo con lo que yo vi. Luego hay otras que las trabajo in situ. Así veo cómo aprender el movimiento del agua al natural. O el de los toros.
En su estudio delante de un cuadro pintado de la Catedral de Cádiz.
-Además expone en Internet.
-Mi obra se puede ver en la web: www.adrianferreras.galeriadelarte.net. Pero también quiero invitar a toda la gente a que se acerque por mis exposiciones, que anualmente expongo en un hotel que está en un sitio muy agradable y bonito para ver los cuadros: el Hotel Pinomar, entre pinares, muy cerca de la playa de La Puntilla, en el Pago de la Laja, entre el Paseo de los Enamorados y la carretera de Puerto Sherry. /Texto: Virginia Menacho.
El Castillo de San Marcos
Adrian, un fenómeno de la naturaleza. Su pintura es de trazos firmes, sueltos e imaginativos. Enhorabuena. Un fiel seguidor. Carlos Maestre.