María Fernanda Monguió Vecino realiza una exposición, durante todo el mes de febrero en el espacio comercial y cultural Zoco, en calle Larga, núm. 83. Es Técnico en Artes Plásticas y Diseño de Abaniquería, un ciclo de Grado Medio que se imparte en la Escuela de Arte de Cádiz, ciclo perteneciente a la familia profesional de las Bellas Artes Aplicadas a la Indumentaria.
Una abaniquería es una tienda o una fábrica de abanicos, y en el caso de María Fernanda, la definición se va directa para la primera acepción: los elabora desde el primer paso, es decir, a partir de la madera, siendo una técnica totalmente artesanal creando abanicos únicos y con bastante libertad a la hora de conformar este tipo artilugio fabricado desde antiguo, --para dar aire--, pero que se han convertido en piezas de arte. Sus abanicos dan aire distinguido.
A nuestra protagonista la han formado para la realización artesanal e industrial --si quisiera-- de abanicos, potenciando los conocimientos en materia de conservación y restauración, así como incentivando la búsqueda de nuevas formas, materiales y técnicas. Desde los modelos tradicionales a los más modernos diseños, sin olvidar las piezas antiguas restauradas.
La portuense María Fernanda utiliza los más diversos materiales, realizando todos los procesos, desde el diseño a la terminación.Para el diseño se inspira de forma muy variada: naturaleza, cuadros famosos, arquitectura, cerámica, ... adaptándolo a formas compatibles con el semicírculo. Son abanicos que no tienen ninguna varilla igual, ni en la forma ni en el color, descartando así los trabajos en serie.
La artista parte de un bloque de madera procedente de una poda, habitualmente de un peral, una madera resistente pero a la par, flexible. El lijado y el cortado vienen tras el diseño, cortándose las varillas a mano, de una en una, finalizando con el pintado, barnizado y acabado, en un proceso que viene a durar unas 50 horas.
La exposición de María Fernanda en la galería Zoco, contiene abanicos que comprenden un periodo de seis años, con algunos ya expuestos en otras ocasiones, aunque nunca en El Puerto de Santa María.