Nacimiento obra de Pedro Jesús Ramírez.
Ayúdame a terminar,
belenista, el Nacimiento
en el pequeño aposento,
que tengo junto al pinar.
Ayúdame a precisar
el sitio de cada cosa.
Ya he colocado esa Rosa
del Niño Dios en su cuna;
sobre los riscos, la luna,
y, la estrella luminosa
en el dintel del Portal.
Adentro, junto al pesebre,
una paloma, una liebre
y un corderito lechal.
Muy cerquita del umbral,
el buey y la mula; un pastor,
un rechoncho labrador
montado sobre un pollino,
y, a la vera del camino,
el primer almendro en flor.
La Virgen, como si nada,
recién salida del parto.
Una esterilla de esparto
en la pared desconchada,
junto a una ventana ajada,
que nunca ventana fue.
El bueno de San José,
que no sale de su asombro,
y, un “malage”, que no nombro
por eso que yo me sé.
Y he puesto también el río,
la casita en la colina,
los pavos y las gallinas,
la nieve, blanca de frío.
El asustado “pío-pío”
de un bando de gorriones,
el limonar con limones,
que me han dicho que es lunero,
y, el Arcángel mensajero,
alertando corazones.
Todo, o casi todo, está
colocado a mi manera,
y aquello, que no estuviera,
luego, más tarde, estará,
pues de mucho me valdrá,
según tus sanos consejos,
poner más cerca o más lejos
lo que más salte a la vista...
Eso, amigo belenista,
a tus cuidados lo dejo.
Pero dime, por favor,
artista del Nacimiento,
orfebre del sentimiento,
y alfarero del amor.
Dímelo tú, soñador,
artífice de la luz,
al íntimo contraluz
de los aires navideños:
¿En dónde pongo mis sueños?,
y , ¿dónde pongo la Cruz?
Paco del Castillo. Navidad 1995.