Concurso de Ganado. Feria de Primavera 5 al 9 de mayo de 1960.
La Feria es alegría y jarana. Es la exaltación de nuestro vino fino, una bebida agradable, con un grado de alcohol moderado y que se asimila bien, según cada cual, pero su abuso desencadena muchos «dolores». Nuestra Feria hay que vivirla y disfrutarla, pero siempre con talento y con tiento. Lo principal para tener una Feria apacible en el apartado de la salud es gozar con la fiesta y con el vino.
Concurso de caballistas. Feria de Primavera. 6 al 8 de mayo de 1961.
Acompañar siempre bebida con comida y en cantidades moderadas, poco a poco.
El día es largo, la noche aún más, y no hay nada peor que culminar una jornada de feria en la ambulancia o en casa, hecho polvo el estómago y la cabeza.
El gitano y la cabra. Feria de Primavera. 19 al 21 de mayo de 1962.
Quien más y quien menos tiene que «cumplir» en la feria . Por poco que se quiera beber siempre nos ofrecen un vasito de más. Si no se quiere ser descortés o llevar el mismo vasito lleno por todo el real, lo mejor es preparar el estómago para el aluvión de vino. Ya se sabe que hay muchos compromisos ineludibles y es aconsejable tomar medidas de prevención para nuestra `supervivencia'. Ya sea antes de salir o en la primera caseta, hay que prepararse el cuerpo con comida grasa.
Caseta del Rocío. Feria de Primavera, 11 al 13 de mayo de 1963 /Foto: Rasero.
No está mal deglutir moderadamente los potajes de mediodía que se imponen en las casetas. Una razonable ración de menudo o de papas con carne nos dispone a absorber menos alcohol en el estómago. O los caparrones de este año y el picadillo de carne, de la Caseta de Logroño de los hermanos Arechinolaza.
Casetas en la Feria, 9 al 11 de mayo de 1964.
Las grasas son los alimentos que más tardan en metabolizarse y así, «empapados en alcohol», esta sustancia no nos hará un daño repentino. Lo que aconsejan los expertos es tomar en casa un buen vaso de leche entera o una generosa porción de pan tostaíto migaíto con aceite. Mano de santo para retardar la borrachera.
Feria de Primavera. Izada de Banderas en Crevillet. 7 al 9 de mayo de 1966
En casa, no está mal un bocadillo mediano de jamón o incluso de chorizo o bacon.
Si no, en la Feria , una ración de filetitos, de jamón o una tortilla, tienen que ser el preámbulo para el primer brindis. Incluso, los «profesionales» en materia del beber toman con antelación pastillas de vitaminas B1 y B6 -las famosas Benadón o Hidroxil-, ya que estas sustancias son las que desgasta el cuerpo para absorber el alcohol. Nunca se deben de abusar de estas pastillas porque nos pueden «dopar», ya que dan una falsa situación de mejora.
La feria de noche. Portada de Feria de Primavera, 3 al 5 de mayo de 1968.
En la misma Feria de El Puerto se ha dado algún caso de individuos que cada vez que estaban rendidos de la borrachera acudían a la caseta de Protección Civil para que se les inyectara Benadón. Repetir el viaje varias veces y sin descanso del cuerpo pone en verdadero peligro al corazón.
Concurso de cabaña equina. Feria de Primavera, 15 al 17 de mayo de 1971.
Y algo muy importante: no mezclar bebidas de uva con las de cereal. Si se empieza con vino seguir con él y no cambiar a cerveza o whisky -si quiere algo más fuerte, mejor una copa o un combinado de brandy-. Si se empieza con cerveza puede pasarse sin riesgos de fuertes resacas a whisky o ron, pero que éstos sean de calidad.
Concurso de ejemplares de gallos de pelea. Feria de Primavera, 11 al 14 de mayo de 1972.